Oh Sumo Hacedor, con eterna geometría delineaste tu universal creación.
La luz diferenció las tinieblas de la noche del radiante día.
Y un prodigio fue separar de la expansión,
el agua que hace propicia la vida.
La tierra tornaste habitable,
oh Señor.
Y de animales marinos y terrestres la repoblaste,
oh Omnipotente Creador.
Y con el ser humano, oh Todopoderoso Señor,
culminaste tu magistral obra.
Varón y varona fueron creados, oh Alto y Sublime, por la majestuosidad de tu amor,
para enseñorearse y sojuzgar a todo animal
viviente que existiera sobre la tierra.
Pero la codicia del hombre le llevó a desobedecerte,
oh Padre de la gloria.
Y expulsado del paraíso, oh Fiel y Verdadero, le dispusiste a andar errático hasta el momento presente,
para que tenga de ti memoria.
El padre de mentira,
nos embaucó de forma miserable.
Sin embargo, el pueblo escogido, oh Jehová, estuvo en tu punto de mira,
para que desechara la esclavitud del pecado y se volviera a tu luz admirable.
La era de la ley, dio paso a la era de la gracia.
Y Dios se manifestó en carne.
Con señales y prodigios, oh Señor Jesucristo, nos amaste hasta decir basta.
Pero crucificado fuiste en la cruz del Calvario; y redimidos y justificados fuimos por el nuevo pacto de tu sagrada sangre.
Paz de Cristo
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