No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
La majestad de Cristo, ante el que en Él cree, no ha de obedecer a ningún tropiezo.
El anticristo es el que desencadena toda tibieza,
y desoye a los que te alaban, oh Señor, con santísimo gozo.
La Biblia dice: Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espiritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
La libertad del mundo es antagónica al Todopoderoso Señor Jesucristo.
Y vosotros su mandato nunca infringiréis;
si llamáis a Jesús, Señor, por el Espíritu.
El Rey de reyes y Señor de señores,
ausculta en su altura, profundidad y anchura el corazon del ser humano.
Y de gracia recibe los perfectos bienes,
todo adorador que no se ha asido a su nombre en vano.
Jesús, dijo: Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida, la carne para nada aprovecha.
Siempre interviene la veleidad del hombre, para que no se consuma el propósito de Cristo Jesús.
Sabed que, en tanto en cuanto germina la semilla, no es visible la siembra;
pero su fruto es manifiesto por la luz.
¡Al cielo o al infierno irá tu alma!
Y la excusa no será óbice, oh Omnipotente Salvador, en tu infalible balanza que pesa cada micra de la humana existencia.
Para ser salvo, por fe te habrá sido de revelación la Sagrada Palabra,
y has de haberla obedecido con absoluta excelencia.
Paz de Cristo
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