Jesús, dijo: En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo.
Todas y cada una de tus vicisitudes, han de ser en connivencia con el Santo Espíritu.
No te has de descuidar; porque en toda asechanza del maligno acontece soterradamente lo nauseabundo.
Y tú has de pronunciarte siempre en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto, dice la Biblia.
Diametralmente opuesta es toda entenebrecida acción con el innombrable.
Incluso buscará suplantar al angel de luz de forma mimética;
pero incurrirá alevosamente en su naturaleza abominable.
Si quieres agradar al Alto y Sublime,
el ancestral obscurantismo has de evitar.
Oh Rey de reyes, la pureza en tu nombre es ineludible,
para una huella indeleble en tu vereda de gloria poder dejar.
Nos hemos convertido en heraldos de la Palabra,
por ser hijos del Todopoderoso Señor Jesucristo.
Y la anunciaremos celosamente para salvar de la condenación a toda alma,
que permita ser ungida por el Espíritu.
No hagas más réplicas al necio,
porque te envolverá en su perniciosa necedad.
Haz caso omiso de lo que es innecesario,
para que la sabiduría del Santo de Israel le lleve a la sagrada verdad.
Paz de Cristo
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