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lunes, 7 de diciembre de 2020

SALMO 4:4,5 EN CRISTO

  • Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.
  • Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová. 
  • Oh Soberano Señor Jesucristo, tu excelsa diestra delimita la eternidad.
  • Y el que en tu nombre creyere, aunque este muerto, vivirá.
  •  
  • Sin el basamento de Cristo Jesús, 
  • es imposible edificar tu existencia.
  • Una sola célula de nuestra prodigiosa humanidad, nos advierte de los incomparables rodamientos del universo, oh Señor, en su magnificente plenitud,
  • haciendo manifiesta su majestuosa excelencia. 

  • La grandiosa diversidad en las texturas creadas, por tu rueda, oh Sumo Alfarero.
  • nos invitan a optimizar nuestro ojo, que es la lámpara del cuerpo.
  • Y hemos de aprender a mirar lo bueno, 
  • para ver la sobrenatural bendición que derrama el cielo.
  •  
  • La Biblia dice: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
  • Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
  • Porque sin santidad, no veréis al Señor que habita los cielos;
  • y seréis condenados para vergüenza y confusión perpetua en el mismísimo infierno.

  • Jesús, dijo: Vodotros sois de abajo, yo soy de arriba, vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
  • Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
  • Dios es per se. Sirva de reflexión para el espíritu moribundo. 
  • A Dios, nadie le vio jamás; ¿con quién le compararéis?
  •                         Paz de Cristo  

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