JOB 42:5,6 EN CRISTO

• De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
• Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza.
• Predicad el Evangelio hasta lo último de la tierra, para que abran sus corazones los que al Santo de Israel desconocen,
• y sean limpios de toda su inmundicia. 
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• La Biblia dice: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. 
• Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuerais rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho. 
• ¿Aún persisten los duros de cerviz en no entender la Palabra?
• ¿O será que su necedad les abocará al horrendo juicio?
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• Jesús, dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. 
• Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
• Porque el que distorsiona la Sagrada Escritura, influye maléficamente en ti;
• no dejando, oh Señor, que penetren en el obscuro corazón tus misericordias y favores. 
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• Jesús, enseña: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
• Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.
• Hemos de advertir, que nunca seremos tus verdaderos discípulos, oh Rey de reyes, si no profesamos hasta el fin perseverancia.
• Y en tu nombre, que de gracia nos ha sido revelado, ser almas consagradas.
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• Jesús, asevera: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
• Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 
• Oh Fiel y Verdadero, crucificado fuiste en la cruz del Calvario, y consumada quedó tu obra redentora, hasta perdonar todos nuestros pecados y al fin morir.
• Y la muerte no te pudo retener, para del sepulcro al tercer día resucitar; y eres el primogénito de los muertos, que permanece por los siglos vivo.
•                               Paz de Cristo