SALMO 101:5,6 EN CRISTO

• Al que solapadamente infame a su prójimo, yo le destruiré; no sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso. 
• Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. 
• Oh mi Cristo, Tú ofreces a los perdidos tu poder majestuoso, 
• para que se aparten de la perversión, y nunca más echen la vista atrás.
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• La Biblia dice: Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
• Pero les aconteció lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
• Y es que, nunca tuvieron la genuina fe del bienaventurado, 
• que se derrama desde el poderoso cielo.
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• Oh Rey de la gloria, existe una atávica concupiscencia,
• a la que el diablo nos invita persistentemente con su asechanza.
• Has de permanecer firme, sirviendo inexcusablemente a la excelencia.
• Y resistir ante cualquier circunstancia inmunda, para que seamos fieles al que pesa los corazones en la sagrada balanza.
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• La Biblia enseña: Y descendió a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
• Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 
• Oh Cristo Jesús, la salvación será para el alma humillada, 
• y que por su sacrificio extremo se lo merezca.
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• Jesús, dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 
• Esto os mando: Que os améis unos a otros. 
• Oh Santo de Israel, toda duda que nos aparte de tu Evangelio, será oprobio para nuestra fe.
• ¡No con ejército, ni con fuerza, sino con mí Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos!
•                           Paz de Cristo