ROMANOS 1,16,17 EN CRISTO

• Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
• Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. 
• Será siempre consubstancial a tu efímero tiempo la predicación del Evangelio;
• y te negarás a ti mismo, por amor al que del abismo te salvará. 
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• El don de la fe es un regalo del Rey de reyes y Señor de señores;
• porque desde antes de la fundación del mundo, sus escogidos discípulos nacimos con esta gracia sobrenatural.
• Y es que, oh Señor, tus misericordias y favores,
• nos han mostrado la magnificencia de tu gloria celestial.
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• Dios fue manifestado en carne, y el que dio su vida en la cruz del Calvario, como ofrenda por nuestra salvación.
• ¿Quién eres tú para hacer reproches al que se humilló hasta la muerte y muerte de cruz, y tornar tu sentencia de muerte en vida de eternidad? 
• Sé sumamente agradecido por la inconmensurable unción, 
• que derramó en tu espíritu, alma y cuerpo el Omnipotente Redentor, para al fin reconocer su sagrada verdad.
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• Nuestros pensamientos retrospectivos nos llevan a la blasfemia más execrable, 
• proferida por nuestra abyecta sordidez. 
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, por tu poder inefable,
• nos has revestido de la bienaventurada esperanza del amor en su gloriosa candidez.
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• Habría que bajar a las profundidades del Hades, 
• para dar majestuoso loor al que con su muerte venció al imperio de la muerte, reconciliando con el Padre al mundo, en sacrificio de olor fragante. Y por haber deshecho las obras del diablo, nos ofrendó su universal justicia a los que aún éramos pecadores.
• Asumamos el valor santísimo que tienen todos y cada uno de sus prodigios celestiales,
• para gloriarnos en sus eternas bendiciones. 
•                           Paz de Cristo