- El método de los animales, sojuzgados por los seres humanos,
- se cumple con una perfección intachable.
- ¿Será, oh Sumo Creador, qué por nuestra arrogancia de espíritus malsanos,
- nuestras acciones están en una sima despreciable?
- Los animales, aun habiendo sido desvirtuado su habitat por el hombre, siguen con absoluluta determinación sus apareamientos cada especie, y sus migraciones;
- siendo muy relevante su adaptación a la biosfera terrestre,
- en la que Tú, oh Señor, guardas sus generaciones.
- Oh mi Cristo, sus armas de guerra son sus propias fauces y zarpas,
- con las que sabiamente a los animales les has dotado.
- Y para su supervivencia, les asisten fórmulas exactas,
- que dan firmeza a un clan organizado.
- Esta introducción, contrasta con la gran necedad, que es endémica en el hombre desde su creación.
- ¡Aprendamos del binomio animal-naturaleza!
- Oh Sumo Hacedor, ¿no será verdad, que se acentúa sin remisión,
- nuestra rudimentaria torpeza?
- La Biblia dice: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, le será dada.
- Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
- Tu propósito, oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo, es que nuestra alma sea bienaventurada,
- para que nos regocijemos en la eterna gloria.
- Paz de Cristo
sábado, 6 de febrero de 2021
LA TORPEZA, LASTRA A LA HUMANIDAD, OH CRISTO
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