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miércoles, 10 de febrero de 2021

JOEL 2:12,13 EN CRISTO

  • Por eso pues, ahora dice Jehová, convertirse a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
  • Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
  • Oh Cristo, Tú nos exhortas a que en nuestro corazón haya un inconmensurable celo,
  • por agradarte hasta en lo más nimio.

  • La Biblia dice: Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. 
  • Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñorean de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ¿Dónde está su Dios?
  • Qué no haya en vuestro espíritu, ninguna sombra contraria. 
  • Qué sea tu gloria, oh Señor, fervientemente exaltada por todos los congregados. 

  • La Biblia enseña: Hijos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y de verdad.
  • Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 
  • Oh Cristo Jesús, Tú esperas de nosotros frutos de santidad;
  • y que perseveremos hasta el fin en tus promesas sagradas.

  • La Biblia asevera: ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
  • El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño.
  • ¿Alguno ha conocido en espíritu y en verdad al Eterno, y a Él, con un corazón incorruptible se ha consagrado?
  • ¿O será imposible, que el Señor someta con su majestuosa Palabra, nuestro perverso pensamiento?

  • La Biblia afirma: Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
  • No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
  • Estas son, oh Alto y Sublime, cada mañana tus bendiciones;
  • y el que de ellas sea concernido, abrirá la puerta del cielo.
  •                         Paz de Cristo          

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