HAZ NUESTROS VESTIDOS BLANCOS EN LA SENDA MÁS ANGOSTA, OH CRISTO

• La Biblia dice: En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. 
• Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de su vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque ésta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.
• Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. 
• Oh mi Cristo, únicamente en tu glorioso nombre tenemos sublime certeza;
• de la que nos da provisión tu Sagrada Palabra, que es el eterno crisol, 
• del que en tu excelsa diestra se gloría. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• seguir tus santísimas huellas, sería una paupérrima copia de tu gloria. 
• Pero con que nos deslumbre el resplandor de tu majestuosa luz,
• habremos alcanzado la espiritual victoria. 
• 
  
• Oh Rey de reyes, 
• anhelamos sentir el fácil yugo de tu santidad. 
• Y porque nos guardan tus celestiales bendiciones,
• interiorizaremos la salvífica verdad.
• 
  
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
• Tú nos has dado la prerrogativa de ser tus siervos escogidos. 
• Y por la gracia recibida del Santo Espíritu, 
• somos, oh Señor, tus hijos bendecidos.
• 
  
• La Biblia enseña: Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
• Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados, para aquella fe que iba a ser revelada.
• De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
• Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
• Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 
• Oh Santo, Tú no juzgas a los inicuos irreverentes,
• a todos ellos los juzgará la Palabra Sagrada. 
• Y los siervos que lo espiritual ven,
• serán por el glorioso cielo ungidos,
• y coronados en victoria como santos hijos de luz.
•             Paz de Cristo