- Jesús, dijo: Padre, perdónalos, porque no sabe lo que hacen.
- Oh Eterno, en la búsqueda de tu glorioso nombre, se habrá de desbordar en nuestro espíritu la santidad.
- Porque los que en tu admirable luz prevalecen,
- oh Santo, de gracia recibirán la celestial verdad.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú paraste la tempestad, y mandaste callar a las furibundas ondas del mar, haciéndose grade bonanza.
- Y el que no creyere, oh Rey de la gloria, en tu nombre, que es sobre todo nombre,
- habrá de sepultar del alma toda iniquidad inconversa sin tardanza.
- Oh Fiel y Verdadero,
- a tus siervos nos has revestido del grandioso don de la fe.
- Y firme ha de ser el cumplimiento del eterno propósito,
- para ver espritualmente lo que el mundo no ve.
- Oh Sumo Hacedor,
- elevamos un clamor incesante al trono de la gracia, para que nos apartes del mal.
- Y profesaremos a la humanidad un inconmensurable amor,
- para poder ver, oh Cristo Jesús, tu santa faz.
- Jesús, enseña: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
- Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y co toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.
- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro nandamiento mayor que éstos.
- Oh Santo de Israel,
- de Sion viene tu áureo viento,
- con el glorioso precepto de ser tus santos siervos.
- Paz de Cristo
jueves, 19 de enero de 2023
SIN SANTIDAD NO SE VERÁ AL OMNIPOTENTE SEÑOR JESUCRISTO
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