LA CARNE TE PRUEBA COMO SIERVO EN CRISTO

• La Biblia dice: Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 
• Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
• A estos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
• Oh mi Cristo, firmes permanecerán los siervos consagrados, 
• que hacen caso omiso de los que en tu santo nombre no se glorían;
• porque con gran celo se sustentan, en los radiantes cielos. 
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• Oh Cordero Inmolado, 
• El universal estruendo de los que martilleavan los clavos que horadaron tus piez y tus manos, resuena en el corazón de tus siervos a día de hoy.
• Y es que, únicamente será bienaventurado, 
• el que crea irremisiblemente en el gran Yo soy.
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• Oh Santo de Israel, 
• nunca mereceremos tu majestuoso perdón. 
• Y por ser Tú, el autor y consumador de la fe,
• dándote siempre la gloria, está nuestro contrito y humillado corazón. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• nuestra mayor ofrenda es en agradecimiento a tu sobrenatural piedad.
• Porque Tú esculpiste, 
• oh Rey de la gloria, en nuestra alma advenediza, la única y eterna verdad. 
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• Oh Sumo Hacedor, 
• tus sendas sagradas nos guiarán hasta la solemne gloria. 
• Porque nuestra indubitable señal es tu glorioso amor,
• que nos revestirá de pureza hasta la final victoria.
•                  Paz de Cristo