RAER DE VOSOTROS TODA INMUNDICIA, PARA QUE LA PUREZA DEL ALMA SEA VUESTRA GLORIOSA OFRENDA EN CRISTO

• La Biblia dice: Considerad a aquel que sufrió tan contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
• Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota al que recibe por hijo. 
• Ob mi Cristo, nos resta la más solemne forma de amar, 
• al que es la estrella resplandeciente de nuestro angosto camino.
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• Oh Cordero inmolado, 
• de tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario, por fe y para fe podemos testificar. 
• Y será limpio de todo pecado, 
• oh Señor, el genuino heraldo que hasta lo ultimo de la tierra, en tu excelso nombre, el Evangelio de la gracia haya podido predicar. 
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• Oh Cristo Jesús, 
• ¿por qué nos han asaltado dudas sobre la existencia de tu santísima senda?
• Y es tanto, como desvelar, oh Rey de reyes, tu inaccesible luz,
• que se corresponde con la bíblica e infalible promesa. 
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• Oh Santo de Israel, 
• las laceraciones del cuerpo, no son comparables a las del alma en la memoria de Cristo. 
• Y es que, 
• únicamente a Jesús se le puede llamar Señor en el Espíritu. 
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• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, 
• creer en tu presencia es el máximo honor.
• Y sabemos que en el libro de la vida, está el nombre de tu probo hijo escrito,
• por ser un siervo de Dios. 
•               Paz de Cristo