Oh Cristo, el que pronuncia mentira,
endecha su alma.
Y es una tiniebla muy obscura,
tan solo traspasada, por la admirable luz que del Señor emana.
Oh Cristo Jesús, tu majestuoso Evangelio,
es el refugio de la transparencia.
No existe mayor privilegio,
que respirar su santa esencia.
Oh Señor Jesucristo, el ser humano,
manifiesta negligencia en la verdad.
Su mente en precario,
no es convergente con su espíritu, alma y cuerpo de prodigiosidad.
Oh Señor de señores , siendo Rey te hiciste siervo,
para revelarnos tu Palabra.
Imposible fue doblegar nuestro desconocimiento;
porque el pétreo corazón, no ama.
Oh Rey de reyes, tu Gloria la abrirá
el adorador,
que adora en espíritu y en verdad.
Y no solo sea oidor, sino hacedor
de la Palabra de eternidad.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario