No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Y es que, por la razón, el ser humano nunca podrá vivir en el Santo Espíritu.
Por ser las buenas nuevas,
el pensamiento sobrenatural de nuestro Señor Jesucristo.
La Biblia dice: La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Nada en nuestro propósito se nos puede interponer.
Toda duda obra en menoscabo de la fe,
para el que a toda costa, oh Cristo, está dispuesto a creer.
Jesús, dijo, No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios.
Y también: Quién cree en mí, aunque este muerto vivirá.
A dar la vida por el Rey de reyes, hemos de estar dispuestos;
porque en su santuario, hasta el fin, nuestra alma perseverará.
¿Por qué la inconmensurable excelencia, se corresponde con la abstracta bendición del Espíritu?
Oh Padre eterno, Tú quisiste preservar la pureza espiritual, de la intromisión material.
Y buscas adoradores que te adoren en espíritu y en verdad, oh mi Cristo;
estos son los que han recibido de gracia la consagración celestial.
El misterio de la piedad, oh Todopoderoso Salvador,
a través del don de la fe se lo has revelado a tus siervos.
Nada existe más invisible que el amor;
pero en ti, oh Fiel y Verdadero, es tan majestuoso, que nos ha dado poder para abrir los gloriosos cielos.
Paz de Cristo
Amen que Jesucristo te siga usando
ResponderEliminarAmén.
EliminarDios te bendiga, hermano Jonathan.
Un fuerte abrazo.