- La Biblia enseña: Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.
- Sacúdete del polvo, levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.
- Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados.
- Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón.
- Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día.
- Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
- ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
- ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion.
- Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová a consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido.
- Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todas las naciones de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.
- Apartaos, apartaos, salis de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de enmedio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.
- Porque no saldréis apresurados, no iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel.
- Oh mi Cristo, en ningún lugar de tu bendita gloria morará el espíritu moribundo.
- Sea tu magnanimidad, oh gran Dios, siendo aquiescente con tu majestuoso perdón.
- Y de gracia la derramarás, en pos de dar visibilidad a los siervos bienaventurados.
- Porque en su debilidad, sufrieron del enemigo una persistente transgresión.
- Tu respuesta no se hizo esperar, oh Sumo Hacedor, rayendo toda vil rebeldía.
- Y es aquí, donde la Biblia muestra la Unicidad de una manera latente.
- Sólo hay un Dios. Y nos revela profusamente su clamorosa esencia.
- Nunca te olvidaste, oh Señor, de los que otrora hicieron desdén de tu gloria; pero jamás pondrás límites a tu grandiosa compasión.
- Porque para libertarlos de su ignominioso pecado, el Omnipotente siempre estuvo comprometido.
- Tu gloriosa redención, es el culmen del bien eterno.
- Y por la gracia de tu justicación, oh Sumo Redentor, a toda alma con fe en su santo nombre la glotificará.
- Y es que, bienaventurado será el pobre en espíritu, que en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, incondicionalmente cree.
- Paz de Cristo
domingo, 10 de noviembre de 2024
IRREFUTABLE ES LA UNICIDAD DE DIOS EN EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
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