- La Biblia enseña: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
- Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
- Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
- Oh mi Cristo, estamos persuadidos de la grandiosa esperanza, que es tu eterna redención.
- Y es que, oh Sumo Redentor, de tu gracia depende el ser bienaventurado.
- Porque nuestro mayor anhelo es ver en el paraíso tu santa faz, oh Altísimo Señor Jesucristo, postrados eternamente a tus benditos pies, con un contrito e inmarcesible quebrantamiento.
- Paz de Cristo
lunes, 11 de noviembre de 2024
LA VERDADERA ESPERANZA DE SALVAR EL ALMA ES QUE SÓLO VA A INTERVENIR TU GLORIOSA POTESTAD, OH CRISTO
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