- Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
- por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
- Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
- y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
- y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
- Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
- Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
- Oh mi Cristo, por gracia, a toda verdad nos lleva el Santo Espíritu;
- pero esta celestial gloria, solo la interorizan los bienaventurados.
- Y esta, oh Señor, es tu invisible presencia,
- que guarda nuestra alma de toda inicua asechanza.
- Y quién recibe tu gloria, es únicamente el siervo santificado.
- Nada nos fue más loable, oh Rey de reyes, que te manifestaras en carne, para redimir a todos los que estaban perdidos.
- Porque nos asignaste para vida, tu obra perfecta en la cruz del Calvario, oh Cordero inmolado.
- Paz de Cristo
lunes, 25 de noviembre de 2024
ROMANOS 5:1-7 EN CRISTO
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