- Porque el anhelo ardientemente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
- Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
- porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
- Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
- y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gémimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
- Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
- Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia los aguardamos.
- Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gémidos indecible.
- Mas el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
- Oh mi Cristo, no existe mayor anhelo en tus auténticos siervos, que el ser por tu excelsa diestra glorificados.
- Porque todos sus hijos, clamamos la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, sin tardanza;
- porque la universal creación, se conmueve juntamente con los escogidos.
- Y es que, no es ajena la creación, a las vicisitudes de la humanidad y su gloria salvadora.
- Porque a tus verdaderos discipulos, oh Señor, nos mueve tu piadosa gracia del cielo.
- Tu grandiosa misericordia, oh Santo de Israel, al profesarte innumerables e incensadas oraciones, la derramaste exponencialmente desde tu eterno santuario.
- Tus señales y prodigios, oh Cristo Jesús, son los designios de salvación, para los irreprensibles siervos que con la rodilla genuflexa te enaltecemos y adoramos.
- Porque en tu única y perfecta verdad, oh Rey de reyes, tus heraldos somos invencibles.
- Y es que, para los que testificamos en tu santo nombre, nada te es imposible; porque tu gracia nos dara vida, oh Sumo Redentor, en la gloriosa morada de los eternos aposentos.
- Paz de Cristo
miércoles, 27 de noviembre de 2024
ROMANOS 8:19-27 EN CRISTO
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