- Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,
- que tengo gran tristeza y continuo dolor e mi corazón.
- Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
- que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;
- de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
- No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que desciende de Israel son israelitas,
- ni por ser descendientes de Abraam, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.
- Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
- Oh mi Cristo, entenebrecido está el mundo con la mentira, y su perniciosa impureza es diametralmente opuesta a la sabiduría de lo alto,
- y con esta ancestral obscenidad, nunca se hizo manifiesto el piadoso perdón.
- De que se jacta el atrabiliario, contrario al Señor Altísimo, obedeciendo a lo séptico del hedor infame;
- cuyas generaciones fueron abatidas por indefensas;
- y de cuyo linaje vino el Hijo del Hombre, el gran Dios Todopoderoso, que nos anunció las buenas nuevas de salvación eterna, para traspasar en santidad el umbral del Edén.
- No tratemos de justificarnos con vanas pesquisas,
- ante la actitud de más indolencia.
- Porque lo que tuvieron arrestos para dar sus vida por el Sumo Redentor, son los mismos que llevaban las blancas vestiduras de los benditos inocentes.
- Paz de Cristo
jueves, 28 de noviembre de 2024
ROMANOS 9:1-8 EN CRISTO
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