- La Biblia enseña: Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
- Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
- Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
- ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
- El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?
- ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
- ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
- Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
- Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
- ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
- Oh mi Cristo, sólo tus fieles siervos serán bienaventurados.
- Antes de la fundación del mundo nos escogió, y conforme a la estatura del varón perfecto hemos sido santificados.
- Y al fin, oh Señor, tu escogido discípulo el umbral de la gloria traspasó.
- Porque tu sana doctrina profesamos, oh Cristo Jesús, para que nuestros nombres estén escritos en los cielos.
- Inexistente es nuestra duda, sobre la gloria el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, al creer en sus bíblicas promesas.
- Nadie reprobará a tus auténticos siervos, oh gran Yo Soy, porque están dispuestos a dar en tu santo nombre su propia vida.
- Oh Rey de reyes, de gracia te damos gloria hasta lo último de la tierra, los que somos tus verderos heraldos.
- Y es que, nada nos separará del Soberano Señor Jesucristo, porque Él es el único Dios que salva.
- Porque Tú eres, el que nos diste vida y vida en abundancia, crucificado en el madero.
- Y nuestra eterna victoria, oh Hijo del Hombre, por tu gracia se ratificó.
- Y porque Tú eres el primero y el último, el principio y el fin,
- oh Eterno, seremos por tu excelsa diestra bendecidos en el glorioso día postrero.
- Paz de Cristo
martes, 19 de noviembre de 2024
LA PACIENCIA, SUBLIME GLORIA EN CRISTO
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