R0MANOS 2:21-29 EN CRISTO

• Tú, pues, que enseñaste a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?
• Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
• Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
• Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros. 
• Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. 
• Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
• Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.
• Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;
• sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. 
• Oh mi Cristo, los que son tus genuinos siervos, anuncian la salvación a las almas despiadadas.
• Porque Tú, oh Señor, nos amas con un inconmensurable desvelo.
• Y es que, el sublime galardón, es traspasar el umbral del cielo. 
• Porque tal vez, estas siendo tropezadero de los que anhela buscar el rostro del Altísimo, para ser sus irreprensibles heraldos.
• Y en este pasaje bíblico, se hace alusión a los que Dios mira de lejos, por ser perniciosamente altivos en sus exhortos. 
• Oh Santo, la verdadera circuncisión, rae lo ancestralmente séptico del errático corazón. 
• No finjas nunca más. Tu quebrantamiento de espíritu a lo pies del Sumo Redentor, ha de purificarlo el viento santo de Sion. 
• Porque únicamente la condenación del alma, es la que te postra con rendida humillación a los santisimos pies de Cristo Rey. 
• Lo superficial en el reino de Dios, es lo que define la impostura del falso linaje;
• porque el que se niega a sí mismo, a tomado la excelsa decisión de los que son bienaventurados. 
•            Paz de Cristo