- Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
- Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgias, disipación y abominables idolatrías.
- Oh mi Cristo, por la espada, que es el Espíritu de tu Sagrada Palabra, hemos sido santificados.
- Y no nos gloriaremos, sino en tu nombre que es sobre todo nombre, para ofrendarte sacrificio de adoración en nuestros bendecidos días.
- Oh Cristo Redentor,
- por la fe, glosamos los recuerdos de tu abominable crucifixión.
- Y nadie, sino Tú, podía dar a toda la humanidad tan excelso amor;
- porque en la cruz del Calvario, ofrenda gloriosa fue tu majestuoso perdón.
- Oh Sumo Hacedor,
- el propósito de tu Sagrada Escritura, es consubstancial a nuestra salvación.
- Y de gracia derramas sobre tus genuinos siervos tal candor,
- que vivificas el pálpito de nuestro corazón.
- Oh Alfa y Omega,
- en tu meridiana transparencia se hace visible el fulgor de tu admirable luz.
- Y vives, oh Rey de la gloria, en la inaccesible luz que por el ignoto universo navega,
- para enseñorearse en su grandiosa plenitud.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- anhelamos el cuerpo glorificado de incorruptible santidad.
- Y es que, guardados por el Santo Espíritu,
- moraremos en la nueva Jerusalén de eternidad.
- Paz de Cristo
miércoles, 29 de diciembre de 2021
1 PEDRO 4:1-3 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario