EN LO FACTIBLE, NO HAY GLORIA, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• fervientes gracias te doy, por haberme hecho entender el principio de lo que es humanamente inverosímil.
• Pero de gracia el Santo Espíritu, 
• da la percepción de lo sobrenatural, cuando desestimas la obsolescencia de lo fútil.
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• La Biblia dice: Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
• Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria.
• Oh Soberano Redentor, con tu muerte, y muerte de cruz diste a los seres humanos la libertad espiritual, que según tu bendita piedad merecen,
• para ser coronados en victoria.
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• La Biblia enseña: Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
• Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 
• Oh Sumo Alfarero, Tú eres el vaso eterno que has honrado a los que te deshonran;
• y has transformado los vasos rotos en renuevos de tu creación, para ser al fin tus hijos consagrados. 
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• La Biblia enfatiza: Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas de hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 
• Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 
• Oh Hijo del Hombre, no había manifestación más gloriosa para saber que Tú eras Dios manifestado en carne, que tus sobrenaturales milagros;
• y es que, eran la prueba irrefutable, de que tu poder de facto provenía del santuario celestial.
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• Jesús, asevera: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 
• Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 
• Oh Fiel y Verdadero, los que en tu majestuoso nombre creen, son tus siervos bienaventurados;
• porque solo tus escogidos heraldos, son los que predican la Sagrada Palabra con inconmensurable fe.
•                Paz de Cristo