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domingo, 12 de diciembre de 2021

ÚNICAMENTE ES BIENAVENTURADO EL QUE PUEDE TOCAR TU MANTO, OH CRISTO

  • La Biblia dice: El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
  • Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. 
  • Oh mi Cristo, Tú eres la resplandeciente luz que quita de nuestra alma la penumbra,
  • y el santuario que derrama sobre sus hijos eternas bendiciones. 

  • La Biblia enseña: He aquí bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. 
  • Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; él hiere, y sus manos curan.
  • Oh Santo de Israel, nuestras almas viven concernidas en tu reino glorioso;
  • y hasta el día del arrebatamiento con exultante gozo esperan.

  • La Biblia enfatiza: Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. 
  • Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 
  • Oh Rey de la gloria, vivir en tu senda sagrada es del espiritual pálpito,
  • cosa que nos has concedido a tus verdaderos heraldos.

  • La Biblia constata: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 
  • Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.
  • Oh Sumo Hacedor, el Evangelio de la gracia nuestra alma ha guardado;
  • y no en otra, sino en la que creyó hasta el día postrero en tu nombre santo.

  • Oh Cristo Jesús, 
  • al borde de tu manto están asidos todos los que son pobres en espíritu. 
  • Y es que, se sustentan en tu inaccesible luz, 
  • que es meridianamente perceptible para todos los que adoran al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
  •                Paz de Cristo 

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