NO EXISTE GOZO MÁS SUBLIME QUE INTERIORIZAR TU AMOR, OH CRISTO

• La Biblia dice: Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
• El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
• En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
• En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
• Oh mi Cristo, por tu Sagrada Palabra hemos sido fortalecidos,
• e invocamos tu glorioso nombre, para que su poder sea en nosotros santificador.
• Y por el don de la fe,
•  perseveremos hasta el fin, para ser bienaventurados. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• de tu santuario eterno viniste para redimir nuestra terrenal perversión.
• Y nada fue impedimento, oh Santo, para que el alma errática fuera libertada por tu inmarcesible amor, 
• con una magna excelencia a la sazón.
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• Oh Sumo Alfarero
• el diseño de tu celestial plan de salvación nadie lo frustró. 
• Porque el que edificó sobre la roca, oh Rey de reyes, y anheló morar en tu gloria, fue moldeado en tu rueda de nuevo;
• y en el libro de la vida, con letras áureas su nombre permaneció.
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• Oh gran Dios, 
• para los cobardes,
• los caminos angostos no fueron trazados;
• porque iban a ser muy notorias sus debilidades.
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• Oh Eterno, 
• la distintiva eternidad del amor es per se.
• Y porque le son excluyentes todos los calificativos en la tierra y en el cielo;
• obrará sin límites, en el lugar universal más ignoto que esté. 
•             Paz de Cristo 

SI TIENES SU PUREZA, VIVES SANTIFICADO EN CRISTO

•  La Biblia dice: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
• como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
• sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
• porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 
• Oh mi Cristo, el anhelo de tu genuino siervo es ser bienaventurado, 
• pero para conseguir tal fin, ha de tener un celo ferviente por tu Sagrada Palabra, que de la salvación es esencia;
• y su sobrenatural revelación has de percibir,
• con la grandiosa sabiduría de lo alto.
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• nada de lo acontecido en la tierra, ha tenido tanta santidad y pureza como tu sacrificio en la cruz del Calvario por toda la humanidad.
• Y la mayor parte del inicuo mundo, esta inconmensurable bendición no la ha interiorizado;
• porque desconoce, oh Señor, tu única y perfecta verdad.
• 
  
• Oh Santo de Israel,
• en tu ministerio público, la  gloria de tu majestuoso nombre se manifestó en un sinnumero de milagros.
• De los cuales el inconverso ha hecho desdén, porque nunca tuvo el don de la fe;
• y lo que no sabe, es que son protagónicos en muchos de sus humanos actos. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú eres el único Dios manifestado en carne.
• Porque escrito está: Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos......... Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre. 
• Y el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, se sentará en el gran trono blanco, para el que postrado a sus pies anhele santificarse.
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• La Biblia enseña: Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. 
• Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. 
• Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias;
• el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias;
• el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. 
• Oh Santo, con la pureza de tu inmarcesible fe,
• hemos hecho nuestros tus bíblicos versículos.
• Y es que, tus infalibles promesas,
• nos muestran las excelencias,
• desde la eternidad y hasta la eternidad cada prodigioso día. 
•              Paz de Cristo 

EL SER HUMANO PERSISTE EN EL LODO CENAGOSO DEL PECADO, PORQUE NO TE CONOCE, OH CRISTO

• La Biblia dice: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
• ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 
• Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 
• Oh mi Cristo, sublimes son  tus bendiciones, 
• para los siervos probos, 
• que ya han sido consagrados.
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• Oh Cristo Redentor, 
• tus pies y tus manos, juntamente con tu costado, fueron traspasados  en tu ajusticiamiento abominable de la cruz del Calvario. 
• Y a todo este martirio, añadieron la infamia del escarnio y el vituperio; no siendo impedimento para  derramar sobre los inicuos tu excelso amor,
• proveniente del eterno santuario. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• tu majestuoso perdón, 
• emanó del resplandor de tu admirable luz,
• siendo verbalizado, oh Rey de reyes, ante las viles hordas, de la más aberrante humillación. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• todos y cada uno de los pecados, figuran escritos en las tablas del corazón humano.
• Y tu sagrada balanza que es infalible,
• pesará sin hacer acepción de personas, tanto lo santo como lo profano.
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• el sofisma del impostor, ni siquiera será refutado por la espada de tu Sagrada Palabra.
• Y es que, ocuparás tu precioso tiempo, oh Señor, en coronar con la grandiosa victoria, 
• al heraldo que testificó en tu majestuoso nombre, para morar contigo, oh Soberano Dios, en la Jerusalén eterna. 
•             Paz de Cristo 

TÚ CONSUMARÁS EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA, OH CRISTO

• Jesús, dijo: No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 
• En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. 
• Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 
• Oh mi Cristo, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
• Gracias, oh Altísimo, por habernos revelado, la que va a ser nuestra morada contigo en los cielos;
• sublime será contemplar tu santa faz, por la almas de la  amada Iglesia, cuando en las nubes la viereis.
• 
  
• La Biblia dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia,
• a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 
• Líbranos, oh Señor, de la ignominiosa estulticia;
• y glosa en tus verdaderos siervos la Sagrada Palabra.
• 
  
• Jesús, enseña: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
• Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
• Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
• Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
• Oh Sumo Hacedor, 
• la revelación de tu Sagrado Escrito, 
• santifica al discípulo atribulado.
• Y hasta el fin; 
• esto hará que persevere, oh gran Dios, en ti su ser.
• 
  
• Jesús, constata: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
• Si guardarais mis mandamientos, permanecereis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
• Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
• Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 
• Oh Sumo Salvador, 
• profesando el Evangelio de la gracia, nos liberta de todo pernicioso desamor.
• Y en nuestra alma habrás esculpido, 
• oh Hijo del Hombre, el glorioso designio del bienaventurado. 
• 
  
• La Biblia incide: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
• Como esta escrito: Por  causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. 
• Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
• Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir,
• ni lo alto, no lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 
• Oh gran Yo Soy, nuestra alma anhela ser por tu gracia bienaventurada,
• en la excelsa gloria del día postrero; 
• porque en la disposición de ser irreprensible, nuestro espíritu perseveró.
• Oh Santo, confiamos plenamente tus heraldos, en que nuestra morada sea la inaccesible luz de tu vivir,
• que es el santuario eterno.
•                    Paz de Cristo 

DAS CUMPLIMIENTO DEL EVANGELIO DE LA GRACIA, SI TOMAS TU CRUZ EN CRISTO

• La Biblia dice: Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
• teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
• los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
• Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
• si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
• En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
• y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
• y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
• Oh mi Cristo, el que lo es superficialmente,
• no obra su interior en tu sazón;
• porque su precaria fe, no es consubstancial a la Cristocéntrica certeza.
• Oh Santo Espíritu, 
• de tu magnificencia emana la majestuosa luz.
• Evitad a los seres perversos,
• que obran cínicamente,
• en su séptica maldad. 
• 
  
• Jesús, dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
• Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 
• Porque ¿que aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
• Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
• De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre venir en su reino.
• Oh Rey de reyes, el que en su intimidad no te amaré,
• nada de tu gloria recibirá;
• porque su vida es un sofisma.
• El que persevera en santidad, por amor a Cristo supera gozosamente las pruebas; 
• porque en tu secreto, oh Señor, es un siervo digno.
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• sine díe ha de estar tu siervo provo con el espíritu quebrantado, 
• en el Lugar Santísimo;
• si en el día postrero, anhela ser bienaventurado.
• 
  
•  Oh Santo, 
• el que sea únicamente oidor de la Sagrada Palabra, 
• no será salvo; 
• porque evidenciará en toda vicisitud, que no te ama.
• 
  
• Oh Eterno, 
• guárdame en tu excelsa diestra.
• Y viviré en la gloria del firmamento, 
• oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, con tu majestuosa luz que alumbra la creación inmensa.
•              Paz de Cristo 

NUESTRA ESPERANZA ESTÁ ASIDA A TU ETERNIDAD, OH CRISTO

• La Biblia dice: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
• para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los siglos para vosotros,
• que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
• Oh mi Cristo, ninguna obscuridad les será de agravio a tus auténticos siervos;
• porque la gracia nos envuelve a los que tu glorioso arrebatamiento esperamos, 
• para morar siempre con el único y gran Dios del cielo.
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• te pido que me des extrema paciencia, para esperar en tu tiempo las celestiales dádivas del firmamento. 
• Y es que, son tus misericordias y favores,
• las que revestirán de luz a tu irreprensible siervo.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• Tú diste cumplimiento al nuevo pacto de la gracia, con tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario. 
• Y verbalizaste tu majestuoso perdón a toda la humanidad, crucificado en el madero, 
• para darnos a conocer la senda angosta del eterno santuario.
• 
  
• Oh Santo, 
• nada nos será primordial, 
• sino la sabiduría de lo alto, 
• que emana de tu trono celestial.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• sabemos que no será otro, sino tu Santo Espíritu el que nos revele toda verdad;
• y seremos moradores de la gloria eterna, 
• con inusitada santidad.
•              Paz de Cristo 

LA OBSCURIDAD ENDURECE LOS SENTIDOS, Y LA LUZ LOS VIVIFICA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable,
• vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo lo habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
• Oh mi Cristo, es tu luz inconmensurable, 
• de la que recibimos la multiforme gracia sin medida.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• en nuestros fugaces momentos de obscuridad, 
• es donde el alma se aflige;
• porque la vil asechanza del maligno, te desvía inopinadamente de la santísima verdad.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• existe una amnesia espiritual,
• que nos impide recordar, oh Señor, que Tú nos hiciste de nuevo.
• Y nos lavaste con tu majestuosa sangre, del obscuro y abyecto mal. 
• 
  
• Oh gran Dios, 
• por el Espíritu de tu Sagrada Palabra, 
• fuimos engendrados;
• y extirpada fue nuestra iniquidad, con los dos cortantes filos de tu gloriosa espada. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria, 
• desnudos vinimos, y creyendo en tu santo nombre partiremos.
• Tus genuinos siervos, oh Santo de Israel, hasta lo más recóndito de la tierra testificamos en tu memoria. 
• Y porque tu misericordia es para siempre, tus verdaderos hijos en el paraíso moraremos.
•               Paz de Cristo 

EL VETO CONTRA EL MALIGNO, ES RESPALDADO POR TU SANTA UNCIÓN, OH CRISTO

• La Biblia dice: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
• Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 
• Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio, permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 
• Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
• Os he escrito esto sobre los que os engañan.
• Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 
• Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 
• Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él. 
• Oh mi Cristo, 
• tu pensamiento eterno a todas las tinieblas deshace.
• Porque lo que Tú cierras, oh Señor, nadie abre,
• y lo que Tú abres nadie cierra.
• Todos los impíos que contra ti se ensañan,
• oh Cristo Jesús, es que no recibieron de tu gracia el don de la fe.
• Y es que, tus auténticos siervos santificados, 
• oh Rey de la gloria, son los que ven por fe, lo que otros no ven.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• tu pensamiento de eternidad, siempre fue fidedigno al principio bíblico. 
• Y tu advertencia al que de sus pecados no se arrepintiere,
• es que su alma no moraría en el glorioso paraíso. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• en el juicio final, se refutará toda palabra ociosa que haya salido de nuestra boca. 
• Porque en tu santo nombre, 
• no tiene que haber ningún resquicio de insolemnidad, atribuible a quien lo invoca.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor,
• toda la creación está con tu sublime gracia sellada.
• Y es tu excelso amor,
• el que la hace bienaventurada.
• 
  
• Oh Eterno, 
• no existe ningún pensamiento del ser humano que Tú no conozcas.
• Y porque tu majestuosa verdad, oh Rey de reyes, vino del cielo,
• habremos de quebrantar a tus santísimos pies, nuestras almas pretenciosas.
•                Paz de Cristo 

EL QUE CLAMA AL TRONO DE LA GRACIA, RECIBIRÁ LA GLORIOSA RESPUESTA DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre:
• Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. 
• Oh mi Cristo, desde el ignoto silencio de la sobrenatural eternidad, la Sagrada Palabra me responde. 
• Y es que, al invocarte con la aflicción de mi alma, Tú, oh gran Yo Soy, por tu grandiosa misericordia,  siempre la reconoces.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• aunque en mi humillación tenga que persistir hasta el último de mis días, he asumido zanjar contigo toda equidistancia. 
• E indubitablemente, sé por fe, 
• que todo lo que pida al Padre, en el nombre de Jesús, me será dado conforme a sus riquezas en gloria; porque, oh Sumo Hacedor, Tú me has hecho a tu imagen, e inherente a tu semejanza.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• en tu sagrada rueda, has cincelado un sinnúmero de imperfecciones, 
• de los denuestos de mi espíritu, alma y cuerpo;
• pero he contado para tan irreprensible fin, oh Rey de la gloria, con tus celestiales bendiciones.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• estos efímeros, pero grandiosos pasos, te han servido para probar mi fidelidad en tu adoración. 
• Y será, en el día postrero, tu admirable luz,oh Rey de reyes,
• la que me dé la majestuosa aprobación. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• cabos sueltos me he dejado sin atar.
• Pero porque mi corazón te ama con desvelo,
• oh Altísimo, en el paraíso contigo podré morar. 
•               Paz de Cristo 

LA LUZ SOBRENATURAL EMANA ÚNICAMENTE DE TU SANTO NOMBRE, OH CRISTO

• La Biblia dice: Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. 
• Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá los deseos de tu corazón. 
• Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. 
• Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. 
• Oh mi Cristo, concernido en tu santidad,
• habré interiorizado la celestial bendición. 
• Porque nada le faltará, 
• oh Señor, al que en tu santo nombre se gloría. 
• 
  
• Jesús, dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
• Y también: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a donde va.
• Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.
• Oh Cristo Altísimo, el alma que discurre por tu incorruptible senda, siempre será bendecida.
• Y el que de todo su corazón busca tu santa faz,
• sentirá el pálpito de la gloriosa plenitud. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en deuda estamos con tu celestial gracia,  
• por habernos dado el don  de la fe;
• porque en ella, la salvación del alma se sustenta. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• el culmen de nuestro agradecimiento se hizo real con tu visitación en carne.
• Y el conocimiento de tu majestuoso nombre, 
• hizo que nos deslumbrasemos, al saber que del único y verdadero Dios, proviene nuestro linaje. 
• 
  
• La Biblia enseña: Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, 
• que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 
• que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 
• la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 
• el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. 
• A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 
• Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 
• atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. 
• Oh Santo Espíritu,
• perdónanos en lo que hayamos herrado,
• al incumplir el Sagrado Escrito;
• pero habiendo dado el beneplácito a tus versículos bíblicos, te exaltamos con celestiales loas por tus misericordias y favores.
• En poder traspasar el umbral del Edén, 
• nos aplicamos con gran fervor tus probos siervos.
• Y poniendo por obra tus preceptos poderosos,
• llevarán a nuestras piadosas almas a morar, oh Rey de la gloria, en tu majestuosa luz plena.
•                 Paz de Cristo 

PORQUE LA SAGRADA ESCRITURA ES LA MÁS PROFÉTICA, DEJÓ EN EVIDENCIA AL PROFETA IMPOSTOR, OH CRISTO

• La Biblia dice: El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 
• ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
• Oh mi Cristo, porque toda impostura añadida a tu Sagrada Palabra no faltará, 
• para que la séptica aberración se perpetúe sobremanera.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• donde no hubo ni por asomo ningún hecho impostado, fue en tu muerte y muerte de cruz del monte Calvario. 
• Y es que, la grandiosidad de tu piadoso amor, 
• oh Rey se la gloria, se derramó desde el eterno santuario. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• la obscena y falsaria identidad mundana de muchos seres impíos, pasó por la restauración, oh Señor, de tu sobrenatural rueda.
• Y el vaso roto, se tornó nuevo;
• pero se volvió a romper, al no poder cumplir los preceptivos mandamientos de una irreprensible vida nueva.
• 
  
• Oh Santo, 
• la gran dificultad a superar, es la angostura del glorioso camino.
• Y es que, al apóstata lo inmundo le sedujo tanto,
• que la alienación de su alma obvió el Lugar Santísimo. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• a el Sagrado Escrito, nadie se somete por imposición. 
• Es tu eterna gloria en el cielo, 
• oh Sumo Salvador, la que anhela el piadoso corazón.
•                Paz de Cristo 

EL ÚNICO QUE APRUEBA EL FRUTO SAZONADO DEL ÁRBOL, ERES TÚ, OH CRISTO

• La Biblia dice: Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 
• Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, 
• para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 
• llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
• Oh mi Cristo, diametralmente opuesta es toda acción de la carne,  ante el fruto del Espíritu.
• Y será el glorioso Fundamento,
• revelado por el Sagrado Escrito; 
• el que nos dará la bendita provisión, de ser sus auténticos siervos consagrados. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• de tu eterno santuario, proviene la semilla que tiene el sello del celestial linaje;
• y este es inherente al don de la fe,
• que nos ubica indefectiblemente en el edénico paisaje.
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• no solapaste ni la más ínfima parte de tu ser, para que en el execrable sacrificio de la cruz del Calvario, fueras en tu coronación el único vencedor sobre el vil imperio de la muerte.
• Y esta es la sublime razón, de porqué será bienaventurado, 
• el que en tu majestuoso nombre creyere.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• ¿cómo habrá de ser el árbol que dé un fruto excelso?
• Desde la eternidad y hasta la eternidad, a mis pies postrado, con extrema humillación has de estar sujeto;
• porque de lo contrario, se dará la más ignominiosa perversión en tu espíritu, alma y cuerpo. 
• 
  
• Oh gran Yo Soy, 
• Tú eres el Soberano del universo.
• Y un día como hoy,
• separarás a las ovejas de los cabritos, en tu profetizado juicio eterno.
•                 Paz de Cristo 

PARA QUE EN TODA ORACIÓN SE TE UNJA CON LA GRACIA SOBRENATURAL, HAS DE RENDIRTE A LOS PIES DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.
• Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. 
• Oh mi Cristo, nada llega a tus oídos, si la oración del siervo no es incensada con sus rrodillas genuflexas,
• y está fundamentada en el Sagrado Escrito. 
• 
  
• Oh Rey de reyes, 
• invocar tu glorioso nombre es el grandioso sustento de la eterna fidelidad. 
• Y son nuestras piadosas oraciones, oh Señor, las que nos colman de tus misericordias y favores, 
• y por las que somos revestidos de la bendita santidad. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• el quebrantamiento de espíritu, es insoslayable en la pureza de la oración.
• Y porque sin fe no puedo agradarte, 
• a tus pies, oh Rey de la gloria, ha de humillarse atemporalmente mi corazón. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• no existe más excelente sitio para orar,
• que el Lugar Santísimo.
• Y es donde piadosamente en espíritu y en verdad, al gran Yo Soy podrás clamar. 
• 
  
• Jesús, dijo: Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
• Mas tú, cuando ores entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 
• Oh Eterno, de gracia en tus genuinos siervos, la oración que te profesamos no cesa,
• por ser Tú, oh Hijo del Hombre, nuestro Dios único. 
•                Paz de Cristo 

TU ASIGNACIÓN ESPIRITUAL, DETERMINA QUE TÚ ERES UN HERALDO EN CRISTO

• La Biblia dice: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 
• Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 
• Así que yo, de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como a quien golpea el aire, 
• sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
• Oh mi Cristo, la convicción  de pecado ha de ser propia de vuestra actitud en la predicación; pero si de esto alardeáis, 
• vuestra humildad estará en claro declive.
• Qué la exhortación siempre sea honorable,
• para dar ejemplaridad del que se regocija santificado.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• un palmo a nuestra estatura habremos de añadir, para desterrar de nosotros la carnalidad.
• Y es que, el que cree fervientemente en tu majestuoso nombre, 
• ha dado el más grandioso paso, para poner por obra la única y perfecta verdad. 
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• Oh Santo de Israel, 
• tu ministerio público estuvo inserto, 
• en el fariseismo fanático de letalidad más cruel,
• cuya vileza provenía del abominable infierno.
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• Oh Rey de reyes, 
• el tesorero, 
• asignado entre tus discípulos, fue el que con su traición produjo los tristísimos ayes;
• porque la codicia de su séptico corazón, tuvo ilimitado amor al dinero.
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• Oh Altísimo Jesucristo, 
• tus genuinos heraldos están diseminados a lo largo y ancho de toda la tierra.
•  Y lo único que mueve su espíritu, 
• es la imarcesible adoración al Dios Soberano el Alfa y la Omega. 
•                  Paz de Cristo 

NO PENDED MÁS DEL ABISMO, VUESTRA SALVACION ESTÁ EN CRISTO

• Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
• y el que me ve, ve al que me envió. 
• Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 
• Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 
• El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. 
• Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
• Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho. 
• Oh mi Cristo, quién fue, sino Tú, el que antes de la fundación del mundo nos escogió,
• y nos santificó, 
• para ser revestidos de tus inconmensurables glorias. 
• Y ante todo lo moribundo, 
• oh Señor, el espíritu de tus siervos no dejó de brillar en el bendito aposento.
• Y es que, cuando uno puede a Dios clamar, 
• surge de su excelsa diestra el celestial prodigio.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• Tú redimiste a toda la humanidad, con tu muerte, y muerte de cruz en el Calvario. 
• Pero se dieron a conocer las hordas del desamor, 
• para intentar tirar por tierra tu eterna gloria, 
• con gran vileza e inusitado escarnio.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
• Pero ha lugar, el discípulo que exalta tu celestial plenitud;
• y el obscurantismo del inicuo, que arrastra su alienación por el lodo y el barro.
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• no existe otro camino de gloria, que el que Tú nos has dejado expedito.
• Y es condición indispensable, entrar en el Lugar Santísimo, 
• para postrarnos a tus pies, oh Eterno, con el corazón humillado y contrito. 
• 
  
• Oh Sumo Salvador, 
• tus señales nos seguirán por la angosta senda. 
• E inmerecidamente nos darás tu primoroso amor,
• para que nuestra alma persevere sin desmayo, hasta ver tu santa faz, oh gran Dios, en la sobrenatural morada eterna.
•                 Paz de Cristo 

EL ESPÍRITU DEL SIERVO GENUINO, HA DE ESTAR SIEMPRE CONCERNIDO EN TU PRESENCIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 
• Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.
• Oh mi Cristo, de tus hijos te agradará, que sean de la Sagrada Palabra los más fervientes heraldos;
• porque todo exhorto impartido al inmundo, sembrará en el alma la semilla del que anhela ser bienaventurado. 
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• Oh Cristo Jesús, 
• perseveraré con gran celo,
• para buscar, en adoración, tu santa faz de majestuosa luz;
• porque ese será, mi más preciado desvelo.
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• Oh Eterno, 
• a tu universal creación nos has invitado.
• Y tu más grata necesidad, es ver nuestro nombres escritos en el cielo;
• para que en el día postrero, traspasemos el umbral del piadoso siervo santificado. 
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• Oh Santo, 
• para que nuestra muerte se transforme en sobrenatural vida, 
• nos has creado;
• y será para tus probos discípulos, gloriosamente bendecida.
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• Oh gran Dios, 
• en tu regazo de gloria,
• hemos sido tus auténticos siervos guardados;
• y haremos morada contigo, oh Soberano Señor, en la  eterna victoria. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• nuestra vida la ha sustentado tu bendita presencia.
• Y por haber creido, oh Fiel y Verdadero, en tu santísimo nombre,
• se ha derramado sobre nosotros la celestial gracia Cristocéntrica. 
•                 Paz de Cristo 

EL ALMA ENTENEBRECIDA DEL SÉPTICO, LE IMPIDE VER LA RADIANTE LUZ DE TU GLORIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote todos son engañadores. 
• Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
• ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová. 
• Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas. Mas dijeron: No andaremos.
• Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad el sonido de la trompeta. Y dijeron  ellos: No escucharemos.
• Oh mi Cristo, el abismo está preservando sus sépticos hedores;
• y les apartó del precepto bíblico su desmesurada veleidad.
•  La misericordia del Altísimo, de su agravio les rescatará.
• Y andarán por los  caminos eternos.
• Y oirán, oh Señor, lo que dicen tus verdaderos siervos. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• en el que ha interiorizado y se conmueve por tu sacrificio en la cruz del Calvario, sólo puede estar concernido por una inusitada piedad.
• Y sin embargo, se postula con el desamor, 
• y también la insolemnidad.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• a todos los seres humanos nos diste la misma sangre, y nos hiciste del mismo barro.
• ¡Y pusiste un espíritu nuevo, 
• en el que ha anhelado ser tu esclavo!
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• Oh Cristo Altísimo, 
• tus misericordias nos alcanzan, cuando el resplandor de nuestras almas obedece al día perfecto.
• Y, oh Rey de reyes, tu ofrenda de mayor piedad, ha sido la libertad de entrar, a cualquier hora, en el Lugar Santísimo. 
• Y con humillación a tus sagrados pies, oh Rey de la gloria, quebrantar nuestro espíritu, alma y cuerpo.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• ten piedad de los denodados siervos, que testificamos en tu majestuoso nombre.
• Porque hasta lo último de la tierra predicamos que Tú eres nuestro único Dios, 
• oh Hijo del Hombre. 
•               Paz de Cristo 

EL IRREVERENTE NO DA LA ESTATURA ESPIRITUAL EN CRISTO

• La Biblia dice: Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.
• Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. 
• Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaron, cayeron sobre mí. 
• Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 
• Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 
• para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 
• Oh mi Cristo, son tus genuinos hijos, 
• los que han de preservar la bíblica bendición, 
• hasta el fin.
• Y que su predicación de la Sagrada Palabra,
• sea consubstancial a la sobrenatural plenitud,
• del Santo Espíritu. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• Tú nos visitaste para la redención de nuestra pecaminosa perversidad.
• Y a día de hoy, oh Señor, de los seres humanos que optan a la gloriosa santidad de tu linaje; 
• han perseverado un número ínfimo, en ser probos oidores y hacedores de la única y perfecta verdad.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor,
• tu sublime gloria, fluctúa en el humano corazón. 
• Y es que, el que permanece en tu excelso amor,
• es el piadoso siervo, oh Rey de reyes, que interiorizó celosamente tu majestuoso perdón.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• nuestro tiempo terrenal pasa de forma inexorable.
• Y tu gozo, oh Rey de la gloria, es nuestra fortaleza;
• pero nuestra exigua humillación, no es inherente a la eterna salvación inefable.
• 
  
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
• Tú nos mostraste la letal angostura de tu abominable cruz.
• Y es que, para que emane la adoración sin pausa en nuestro espíritu, 
• hemos de santificar al irreverente corazón, para que more en él, oh Altísimo, tu inaccesible luz.
•                   Paz de Cristo 

EL QUE DUDA, SE OPONE A QUE TÚ SEAS EL AUTOR Y CONSUMAD0R DE LA FE, OH CRISTO

• La Biblia dice: Por  tanto, nosotros también, teniendo enderredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
• puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante te de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 
• Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
• Oh mi Cristo, nos posicionaremos en lo excelente, 
• cuando en tu santo nombre estemos consagrados;
• y manifiesto será el don de la fe, para que al Rey de la gloria podamos loar.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• por la senda angosta,
• siempre nos regocijaremos en fe;
• porque no nos será impedimento, superar la más tenebrosa prueba. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• sabemos que tu excelencia,
• la has depositado en la humanidad; a la que diste forma en vasos de barro,
• para que tu gracia, oh Sumo Salvador, sea propicia a toda alma Cristocéntrica. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre,
• Tú has predicado en el mundo, la eterna transcendencia del amor.
• Y es que, no obrará en esta gloriosa dirección el que subestimare la fe;
• porque guarda en su corazón, la séptica raíz del rencor.
• 
  
• Oh Eterno, 
• todas las hordas del anticristo, 
• vierten de sus mentes lo atrabiliaramente obsceno;
• pero el que te profesa amor, oh Alto y Sublime, se sustenta únicamente en el Santo Espíritu. 
•                 Paz de Cristo 

PORQUE LA SALVACIÓN ES INDIVIDUAL, AMA EN CRISTO

• La Biblia dice: Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios. 
• El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 
• Oh mi Cristo, los que tienen verdadera convicción de pecado, son los siervos que en tu santo nombre están consagrados.
• Y nunca dan lugar al maligno, ofrendando su espiritualidad al prójimo, para llevarle a los pies del Sumo Redentor. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado,
• en tu execrable sacrificio,  de muerte y muerte de cruz en el Calvario, nos hiciste ver meridianamente tu excelso amor por toda la humanidad. 
• Tú, oh Rey de reyes, a sabiendas de que éramos inicuos pecadores, diste la oportunidad al que creyere en tu glorioso nombre de ser bienaventurado.
• Y es que, oh Señor, con tu inmolación, quisiste que el obscuro corazón, interiorizara la majestuosa luz de tu santísima verdad.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• tus milagro venían precedidos de una manifestación de gloria,
• en el que tenía una desbordante fe.
• Y tan grandioso milagro sucedía en un de repente; pero, oh Altísimo, Tú nunca quisiste que se diera a conocer. Porque no cejaste en que ésta, tu sobrenatural bendición, la guardaran las almas en su íntimo secreto. De tan grande unción, tus heraldos, oh Omnipotente, testificamos en tu sublime memoria.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• nuestra salvación es inequívocamente por gracia.
• Pero si no tomas tu cruz, y sigues al que redimió tus iniquidades colgado en un madero;
• no tendrá, por mucho que te excuses, de ti clemencia. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• el misterioso nudo de nuestra salvación, se desata con la santidad. 
• Porque ningún ser humano traspasará el umbral del cielo,
• oh gran Yo Soy, sino te ha amado con ilimitada fidelidad.
•                Paz de Cristo 

EL PASO DEL TIEMPO ES INEXORABLE PARA EL SER HUMANO, OH CRISTO

• La Biblia dice: Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. 
• Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en  su santo nombre hemos confiado. 
• Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.
• Oh mi Cristo, agradarte, es imposible sin fe.
• Y es que, el que anhele ser bienaventurado, 
• ha de perseverar hasta el fin.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público, nos ubicaste en la única y perfecta dirección, la gloriosa senda eterna. 
• Y no existe, sino para el que en tu santo nombre cree;
• porque nada que nos bendiga, acontece fuera de ella.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• por gracia hemos sido santificados. 
• Buscad siempre que vuestra alma se humille,
• para predicar la Sagrada Palabra, a los seres humanos que discurren por la obscuridad de los pensamientos erráticos.
• 
  
• La Biblia enseña: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 
• Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
• Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 
• Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestro pensamientos.
• Oh Fiel y Verdadero, 
• anunciaste las buenas nuevas de salvación eterna, para a nuestra alma santificar. 
• Y sólo el que esté dispuesto se revestirá;
• cuando en su enderredor, sienta de Sion sus vientos.
• 
  
• Oh Eterno, 
• que a tus genuinos siervos nos hayas manifestado tu gloria, 
• es absolutamente prodigioso en el humano tiempo;
• para ser por la eternidad, coronados en victoria. 
•                  Paz de Cristo  

A LA MENTIRA OBEDECE EL FALSO CORAZÓN, OH CRISTO

• La Biblia dice: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
• El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.
• Oh mi Cristo, por tu provisión de gloria, resplandecerá en los que te aman la providencial sabiduría de lo alto;
• y no habrá demora, oh Señor, en tu celestial bendición. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• del inicuo es la falsedad, 
• que es diametralmente contraria a tu admirable luz;
• porque ante toda tiniebla, la única oposición es la santísima verdad.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• las hordas farisaicas con su séptica mentira, se postularon vilmente para denigrar tu santidad, oh Rey de la gloria, y colgarte del madero.
• Pero, oh Santo de Israel, Tú ofrendaste gracia con el sagrado timon del amor,
• para libertar a todos los que te ajusticiaron, y que su alma creyera en tu sobrenatural nombre y se arrepintieran, evitando así su vergüenza y confusión por la eternidad en el tenebroso infierno.
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• Tú viniste a este mundo a deshacer las obras del diablo. 
• Él es el padre de mentira, que nos había llevado al abismo;
• pero, oh Rey de reyes, Tú venciste al imperio de la muerte con tu muerte, para redimir a tus genuinos siervos, con tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• tus verdaderos heraldos, testificamos en tu santo nombre hasta  lo último de la tierra.
• Porque del indubitable cumplimiento de tu promesa, 
• nos ha dado bíblica revelación tu excelsa diestra. 
•                Paz de Cristo 

MOSTRAR AL MUNDO QUE TÚ ERES EL ÚNICO DIOS, FUE TU SAGRADA MISIÓN, OH CRISTO

• La Biblia dice: Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. 
• Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
• Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
• La Biblia corrobora: Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. 
• La Biblia constata: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 
• Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. 
• Jesús, dijo: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
• Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
• La Unicidad de Dios es irrefutable, porque Jehová y Jesús es el mismo y único Dios, expuesto en el texto bíblico.
•                Paz de Cristo 

CUANDO EL CORAZÓN OCULTA UNA PARTE OBSCURA QUE NO PERMEA LA LUZ, TIENE QUE SER IRREMISIBLEMENTE SANADO EN CRISTO

• Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; 
• y el que me ve, ve al que me envió. 
• Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 
• Oh mi Cristo, el que en tu santo nombre pudo ver, la obscuridad no le opacó,
• ni le desautorizó.
• Porque en tu redil, radiante como la estrella resplandeciente de la mañana, siempre entraron confiadas tus amadas ovejas.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• para seguir tus sagrados pasos, 
• haz en un de repente, que la luz celestial en nosotros se afirme;
• y ante la prueba, al maligno vetaremos en todos sus pleitos malsanos.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• en tu gloriosa omnisciencia no podemos entrar.
• Pero guardados en tu excelso amor, oh Rey de la gloria, nada nos podrá arredrar.
• 
  
• Oh Santo, 
• en tu gracia sanadora no existen cabos sueltos.
• Y es que, en el poder de lo alto,
• es donde sacian su sed tus siervos, oh Señor, obedeciendo tus preceptivos mandamientos. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• ninguna justicia del ser más santo de la tierra,
• se puede considerar un caso resuelto.
• ¿Cómo será lo inherente a la misma tiniebla?
•                  Paz de Cristo 

PREDICA CON DENUEDO LA SANA DOCTRINA DE UNICIDAD, PARA QUE LE SEA REVELADO AL MUNDO EL MAJESTUOSO NOMBRE DEL OMNIPOTENTE SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• Jesús, dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 
• El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 
• Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 
• Mas el consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
• La paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
• Oh mi Cristo, tu grandioso don de la fe, 
• radiante en nuestra vida se manifestó.
• Y gracias te damos, 
• porque tu clemencia en el Lugar Santísimo, 
• nos ha dado gracia para reconciliarnos con el Eterno.
• 
  
• Oh Cristo Redentor,
• del suceso mayor de la historia, fuiste protagonista en la cruz del Calvario. 
• Y es que, jamás hubo tanto amor,
• del único y gran Dios que murió y resucitó, para darnos eterna vida en el celestial santuario.
• 
  
• La Biblia dice: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual vino a ser cabeza del ángulo. 
• Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. 
• Oh Santo, Santo, Santo, nunca hiciste un mal gesto, todo el martirio lo sufriste en la patética infamia y arbitraria indignidad del que es el Rey de reyes y Señores de señores, como acusado hereje, condenado en el patíbulo;
• para ser de salvación, a los abyectos sanguinarios y criminales malvados.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• hasta en la mas gloriosa, y protagónica resurrección, no falto toda capciosa mentira, e incredulidad. 
• Pero, oh Señor, por ser tu nombre sobre todo nombre; 
• hoy, tus genuinos siervos testificamos de la única y santísima verdad. 
•  
• Jesús, asevera: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
• Y amarás al Señor tu Dios con  todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento. 
• Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.
• Todo siervo auténtico,  de la doctrina de Unicidad da fe.
• Y porque sólo hay un Fundamento,
• ante Él estaremos por la eternidad postrados sus genuinos siervos. 
•                    Paz de Cristo 

HABRÉIS DE RESISTIR A LO INMUNDO, PARA GLORIFICAROS EN CRISTO

• Jesús, dijo: Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzaran misericordia.
• Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 
• Oh mi Cristo, nada obró fuera de tu excelsa diestra, al clarear la mañana de aquel día de gloria;
• y fuimos por tu bendita sangre lavados. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• extrema importancia tiene la revelación de tu santo nombre. 
• Pero no descuidemos, el ser revestidos durante todo el tiempo de nuestra vida por tu majestuosa luz;
• porque si hacemos desdén de esta sobrenatural práctica, nos distanciaremos irremisiblemente del Hijo del Hombre. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• si el que dice que es tu siervo,
• sigue viendo como la humanidad ve,
• es porque su corazón no ha sido ungido por el primoroso cielo.
•  
• La Biblia dice: Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
• Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
• Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra desapareció. 
• Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés,  para testimonio de ellos.
• Oh Fiel y Verdadero, en un glorioso de repente, 
• su séptica enfermedad sanaste. 
• Y se hizo tersa su piel, cuando tu mano sanadora le glorificó.
• En todos tus milagros, oh Rey de reyes, se hizo manifiesta la gloria de los benditos cielos. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• en lo que parece irrecuperable, vemos como sanaba con gran premura tu excelsa diestra.
• Y la excelencia, oh Eterno, de que el milagro en tu gracia se afirme,
• nos ha hecho ser tus verdaderos heraldos en esta tierra. 
•               Paz de Cristo 

TODO PROPÓSITO ESPIRITUAL TIENE UN FIN CELESTIAL EN CRISTO

• La Biblia dice: Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
• Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito de muchos hermanos.
• Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
• ¿Qué, pues, diremos ha esto? Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?
• Oh mi Cristo, Tú ya conociste en la eternidad a tus siervos bienaventurados, 
• porque los sellaste con tus sobrenaturales manos.
• Y ese sello perduró, 
• para reconocerse en tu propósito eterno, oh Señor, y ser tus genuinos heraldos, luchando contra los principados tenebrosos.
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• con tu muerte, venciste al imperio de la muerte en el sacrificio de la cruz del Calvario. 
• Y todo el que creyó en tu majestuoso nombre fue bienaventurado, 
• para traspasar en el día postrero, oh Rey de la gloria, el umbral de tu eterno santuario. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• cada hecho de tu ministerio público, tuvo transcendencia en la eternidad.
• Y porque nada pudo burlar al autor y consumador de la fe;
• se abrió un paréntesis, para la única y perfecta verdad.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• tu santísima predicación se fundamentó en la gloriosa doctrina celestial. 
• Y el que se postuló, oh Rey de reyes, como un discípulo nuevo;
• tuvo entendimiento, para evitar lo diabolicamente letal.
• 
  
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, 
• no dejaste cabo suelto en tu universal creación.
• Y únicamente el que vive en y por el Espíritu, 
• no ha lugar a la perdición.
•                Paz de Cristo 

LA PERFECTA ADORACIÓN ES EN EL ESPÍRITU, NO EN LA CARNE, OH CRISTO

• La Biblia dice: Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 
• Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
• Oh mi Cristo, por gracia diste en la cruz de Calvario, tu majestuoso perdón a la vil ofensa del despiadado impostor;
• y esta es la esencia de tu redención, oh Cordero inmolado. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• en la adoración de tus falsos siervos, existe un manual de hipocresía. 
• Porque la obscuridad, siempre es la antítesis de la luz;
• pero de la impostura de su manejo, el farisaico adorador se fía. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• nada ha de interrumpir en tus siervos su postrada adoración.
• Y es que, en el secreto, oh Señor, glorificamos tu santo nombre, 
• con la más atronadora invocación. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• advertimos que en la carne, se tiene un tiempo exiguo para profesarte adoración, pero se multiplica geométricamente en el fervor de nuestro espíritu;
• porque en sus mimbres se ha de estar firme.
• Y es que, en la carnal humanidad se dirime fatuamente, si vinculan su adoración a los ídolos o al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega,
• la adoración no precisa de ningún espacio.
• Porque, oh Rey de reyes, Tú nos enseñaste a ir por  la angosta senda,
• que nos permitirá abrir la puerta del eterno santuario.
•                    Paz de Cristo 

LA FE DE LA FARISAICA OVEJA, SE DESVANECE EN LA PRUEBA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Celebrabase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,
• y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón. 
• Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuando nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
• Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
• pero vosotros no creéis, porque no sois mis ovejas, como os he dicho.
• Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
• yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
• Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 
• Yo y el Padre uno somos.
• Oh mi Cristo, el que siempre ha sido tu siervo auténtico, 
• te ama de todo su corazón,
• fervientemente. 
• Y es el que testificará en tu santo nombre hasta el fin,
• por ser tu genuino hijo.
• Tus ovejas sólo bendicen,
• al que de Israel es Santo.
• Y la doctrina de Unicidad es irrefutable, 
• oh Señor, para los siervos que con denuedo te glorificamos.
• 
  
• Oh Cristo Redentor,
• no ha habido ni habrá sacrificio más execrable que tu crucifixión. 
• Y en el martirio, a las ovejas descarriadas también las redimiste con tu inmenso amor. 
• Y es que, la gloria les ofrendaste desde lo más íntimo de tu piadoso corazón. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• a ovejas con una misma sangre enviaste a la tierra.
• Pero unas se postraron a tus pies en el Lugar Santísimo;
• y otras hicieron apostasía de tu doctrina excelsa. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• tus genuinas ovejas, están selladas con tu celestial linaje. 
• Y siguen la estela, oh gran Dios, de tu admirable luz,
• para hasta los confines del mundo, dar a conocer tu sobrenatural lenguaje. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• el refugio más seguro es tu bíblica enseñanza. 
• Y nadie entrará en el cielo,
• que no haya sido inexpugnable su santidad, ante la letal asechanza.
•               Paz de Cristo 

LA SANACIÓN DEL ALMA, CONLLEVA SER LIBERTADO EN CRISTO

• La Biblia dice: Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
• Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
• El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
• a predicar el año agradable del Señor.
• Y Cristo Jesús, comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
• Oh mi Cristo, a tu santo nombre hemos de creer,
• obedeciendo tu precepto bíblico. 
• Y en nada estaremos ociosos, y en ningún caso desapercibidos;
• porque tuyo, oh Rey de reyes, es el celestial candor,
• que obra en tus genuinos siervos.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en el mundo estábamos enajenados, y por tu gran misericordia viniste a salvarnos.
• Pero nadie se lleve a engaño; porque ningún ser humano te puede agradar sin fe.
• Y por tanto, se han de gloriar en tu majestuoso nombre, para ser de tu reino salvos. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• tu sacrificio en la cruz del Calvario, lo consumaste para reconciliarnos con el Padre;
• y libertos fuimos, oh Hijo del Hombre, por tu inconmensurable amor.
• Oh Cristo Jesús, gozoso está el corazón del siervo, que se dispone siempre a alabarte.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• por tu multiforme gracia,
• has hecho del enajenado un siervo nuevo, 
• para que su anhelo, oh Señor, sea darte la gloria excelsa.
• 
  
• Oh Eterno, 
• tus heraldos, con extremo denuedo anunciamos la Sagrada Palabra. 
• Y damos testimonio, oh gran Yo Soy, de tu santo nombre al perverso,
• para que pueda salvar su alma.
•               Paz de Cristo 

TÚ NO ELIGES EL PROPÓSITO DE DIOS,TU PROPÓSITO LO ELIGE EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• Jesús, dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 
• Esto os mando: Que os améis unos a otros. 
• Oh mi Cristo, Tú eres el autor y consumador de la fe;
• y nos elegiste de entre los viles y menospreciados, a pesar de nuestros obscenos propósitos.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• tu execrable sacrificio en la cruz del Calvario, fue para libertarnos del pecado. 
• Y por tu piadoso candor, 
• diste la oportunidad a un ser errático, que antes de la fundación del mundo, ya había sido para el cumplimiento de la predicación poética predestinado.
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• el trasfondo de toda vicisitud humana, en tu presencia fue atemporalmente resuelta.
• Y nada que en tu celestial presencia está firme, 
• nadie puede tirarlo por tierra. 
• 
  
• Oh gran Dios, 
• en el varón y la varona, tus obras maestras, has puesto tu creadora omnisciencia.
• Y sería razonable, que en tu majestuoso nombre  hubieren sido consagrados;
• para servirte con adoración, en su más pura esencia. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• Tú probaste a Adán y a Eva en el huerto del Edén. 
• Y el oprobio de su obsolescencia, 
• les privó de morar eternamente con el Amén. 
•                   Paz de Cristo 

LA IDOLATRÍA, HERÉTICA SENDA EN CRISTO

• La Biblia dice: Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
• Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. 
• Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven;
• orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; 
• manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. 
• Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.
• Oh mi Cristo, el dia de Pentecostés, se derramó sobre toda carne el Espíritu Santo,
• para que la humanidad recibiera de su presencia excelsas bendiciones.
• Los idólatras en sus estatuas creen,
• y viéndolas se enardecen.
• Jamás harán milagros para el idólatra,
• por mucho que se empeñen en pasearlas públicamente, un sinnúmero de horas sus incondicionales costaleros.
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• la ancestral impostura idolátrica es por una obscena tradición. 
• ¿Es qué deben a las estatuas favores?
• ¿Será ésta la deshonrosa razón?
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• tu sacrificio en la cruz del Calvario, fue para que te profesáramos gloria, honra y adoración. 
• Y el portador de imágenes, guarda el más séptico desamor,
• en su enajenado corazón. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• Tú aportaste con tus gloriosos milagros,
• la perfecta dirección de los que tenía auténtica fe;
• e indefectiblemente clamaban, oh Señor, los que de gracia iban a ser por tu excelsa diestra sanados. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• el siervo manifiesta extrema reverencia, 
• al invocar el nombre que es sobre todo nombre; 
• y únicamente se llena de gozo, en la exaltación de tu majestuosa presencia. 
•                   Paz de Cristo 

ASUMID CON PACIENCIA LA PRUEBA EN CRISTO

• La Biblia dice: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
• sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 
• Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 
• Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, le será dada.
• Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
• No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 
• Oh mi Cristo, en tu gracia reconocemos nuestras prodigiosas vidas;
• porque dadas nos fueron por tu excelsa diestra.
• Y no existe ningún alma,
• que no pueda ser por su arrepentimiento y bautismo en el nombre de Jesús; y porque perseverare hasta el fin por la senda angosta, fuere por su piedad eternamente galardonada.
• Y toda esta gloria se glosa,
• en que indefectiblemente su alma fue revestida, con el vínculo perfecto del amor.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público, tuviste una persecución infame. 
• Pero tal oprobio sobredimensionó tu fe;
• y momentos antes de expirar, verbalizaste: Consumado es. Venciendo con tu muerte al imperio de la muerte.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• toda impostura fue raída de las impías almas, por tu rueda celestial.
• Y en el glorioso camino, confraternizó el discípulo nuevo,
• oh Señor, superando en tu majestuoso nombre, todo  obstáculo letal.
• 
  
• Oh Santo, 
• nada hemos de temer en tu prueba, sabiendo que es  por fe y para fe.
• Y clamamos para que la sabiduría de lo alto,
• nos permita ver en el Espíritu, lo que el mundo no ve. 
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• con ferviente celo,
• asumiremos cada prueba;
• porque el nombre de tus genuinos siervos, está escrito en el libro de la vida, y en el cielo.
•                  Paz de Cristo 

BUSCAD EL TERCER CIELO EN CRISTO

• La Biblia dice: Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
• Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
• que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
• Oh mi Cristo, todos los que te profesan verdadero amor,
• tienen la heredad de tu glorioso linaje;
• y por tanto, en sus cristianos hechos se puede confiar. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• en tu gracia no existen límites;
• porque de tu sublime fe,
• a nuestras Cristocéntricas almas conciernes.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• nos has dado un vínculo inconmensurable, 
• con el cual nos has revestido de tu excelso amor;
• y será subidos en las alas del viento de Sion, que por tu gracia, oh Eterno, nos elevemos hasta tu luz inalcanzable.
• 
  
• Oh gran Dios,
• sabemos que donde está tu Santo Espíritu, allí hay libertad. 
• Y por ser tus siervos consagrados, 
• predicamos la única y santísima verdad.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú eres el unico Dios, desde la eternidad y hasta la eternidad.
• Y la revelación de tu majestuoso nombre, 
• nos ha dado la percepcion del tercer cielo, provistos de sobrenatural santidad. 
•                  Paz de Cristo 

TODO MI SER SE CONSUMA EN CRISTO

• Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
• El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 
• Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida.
• El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 
• Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él vivirá por mí. 
• Éste es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
• Oh mi Cristo, nada obra fuera de tus caminos;
• y los tales, a tus auténticos siervos han de llevar al cielo. 
• Y es que, de gracia recibida,
• tenéis el don de la fe.
• Yo soy el primero y el último, el principio y el fin;
• y os he dado a conocer, los preceptos eternos biblicamente.
•  
• Oh Cristo Altísimo, 
• de tu santuario partimos y a tu santuario volveremos;
• pero antes, hemos de quebrantar nuestro espíritu en el Lugar Santísimo. 
• Y por tu gran misericordia, oh Señor, nuestra alma verá tu santa faz en los inefables cielos. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• la opacidad en nuestra mirada, se cura con tu majestuosa luz.
• Y tuviste que moldear en tu sobrenatural rueda, oh Rey de reyes, al que fue en tu glorioso nombre un siervo nuevo.
• Nada le fue impedimento,  para predicar sin desmayo la sana doctrina; y ser hacedor de la misma, inquiriendo en la Sagrada Palabra, con celosa e inquebrantable actitud. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• guárdame en la paz de tu primoroso regazo.
• Y advertiré con máximo rigor, no distorsionar de la Escritura, ni una jota ni una tilde; 
• para dar a conocer su eterno conocimiento, al que quiera ser un probo santo.
• 
  
• La Biblia dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
• Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 
• Acerquémonos, pues,  confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. 
• Oh Cristo Redentor, Tú me has amado de todo tu corazón, 
• para que en el día postrero sea bienaventurado.
• Pero para tal gracia, se ha de consumar todo mi ser, peregrinando a la nueva Jerusalén; y con un cuerpo glorificado, pasear por su calles de purísimo oro.
•               Paz de Cristo 

TU SALVACIÓN SE SUBSTANCIA EN CRISTO

• La Biblia dice: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
• Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
• Oh mi Cristo, nuestro proceso de vida en ti está compendiado;
• porque por la Palabra Sagrada hemos de ser aprobados. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• sólo tus gloriosos mimbres nos sustentan. 
• Y hemos de obrar por fe,
• oh Señor, para que en nosotros tus propósitos reviertan.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• sobre cualquier contraría vicisitud, 
• invocaremos tu santo nombre, 
• para que seamos concernidos por tu admirable luz. 
• 
  
• Oh Santo, 
• inherentes a tu Espíritu hemos de conformar nuestra eterna salvación. 
• Y dirimiremos siempre con la sabiduría de lo alto,
• lo que saliere de nuestro bendecido corazón.
• 
  
• Oh Eterno, 
• guiados por tu gracia infinita,
• abriremos la puerta del cielo,
• para morar en la inefable gloria bendita. 
•                 Paz de Cristo 

RESISTID AL DIABLO, Y SERÉIS GLORIFICADOS EN CRISTO

• La Biblia dice: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
• Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
• Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 
• Oh mi Cristo, toda convicción de pecado, tiene una consubstancial relación con el don de la fe;
• porque nada obra fuera, del que puede en Cristo creer,
• para ser su genuino discípulo. 
• 
  
• Oh Cordero inmolado,
• nadie podrá manifestar más piadoso candor,
• que Tú, oh Cristo Jesús crucificado, 
• al palpar con espíritu, alma y cuerpo el más despiadado dolor. 
• 
  
• Oh Alto y Sublime, 
• Tú, que habitas la eternidad,
• dejaste el cetro y la corona del Eterno, para ser el Hijo del Hombre;
• y redimir con tu muerte en  la cruz del Calvario, a la disoluta e impía humanidad. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• y venciste con tu muerte al imperio de la muerte;
• siendo el autor y consumador de la fe,
• y derrotando a Satanás eternamente.
• 
  
• Oh Eterno, 
• Tú, únicamente, nos pides para ser de salvación, que creamos en tu nombre de gloria. 
• Y abrirás la puerta del cielo, 
• para que seamos coronados en victoria. 
•                Paz de Cristo 

NO EXISTE OTRO PACTO MÁS GLORIOSO, SINO EL QUE HE HECHO EN, POR Y PARA CRISTO

• La Biblia dice: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 
• os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
• Oh mi Cristo, yo sé que desde antes de la fundación del mundo soy tu siervo, 
• y mi grandísimo anhelo es morar eternamente contigo, oh Soberano Señor, en el glorioso Edén.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• existe un sobrenatural pacto,
• en  la revelación de tu majestuoso nombre;
• porque nos fue dado de lo alto. 
• 
  
• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• todas tus bíblicas promesas, han sido de cumplimiento en la incrédula humanidad. 
• Y es que, tus misericordias y favores, 
• con la propiciación de tu gracia,  nos han dado la espiritual e inconmensurable libertad.
• 
  
• Oh Eterno, 
• mis gracias te son dadas por el conocimiento de la Sagrada Palabra; ya que  desmesurada ha sido tu protección, ante las sépticas asechanzas del maligno. 
• Y es que, atendiendo al aviso celestial de cada acto perverso;
• nos hemos postrado a tus pies con quebrantamiento de espíritu, en la inexpugnable fortaleza terrenal del Lugar Santísimo. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario, hizo el nuevo pacto de la gracia. 
• Y los heraldos que testificamos las buenas nuevas de salvación eterna, oh Señor, 
• siempre hemos sido guiados por tu santísima presencia. 
•             Paz de Cristo 

ÚNICAMENTE EL QUE PONE POR OBRA LA PERMANENTE ADORACIÓN, ES EL QUE TE AMA, OH CRISTO

• Jesús les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;
• mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve.
• Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.
• Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
• para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. 
• Oh mi Cristo, grandiosas son tus bendiciones, 
• pero para interiorizarlas hay que tener fe.
• Y es que, todo siervo que verdaderamente, 
• persevere hasta el fin,
• es porque indubitablemente a adorado al Santo de Israel. 
•  
• Oh Rey de reyes, sirve en tu santo nombre,
• el que te ama de todo su corazón. 
• Pero lo que se hace sin amor de nada sirve, oh Hijo del Hombre, 
• porque no te hemos profesado auténtica adoración. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• la santidad solo se alcanza cuando somos pobres en espíritu.
• Sabiendo que el único que te sustenta es el que vive en el cielo,
• nuestro Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
• 
  
• Oh Sumo Redentor, 
• tu sacrificio en la cruz del Calvario, fue a sabiendas de que éramos pecadores.
• Y Tú, oh Señor,
• lo aceptaste con las más sobrenaturales bendiciones  
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• en tu ministerio público, 
• las hordas farisaicas, siempre vieron cabos sin atar en tu gloriosa victoria;
• y es que, nunca entendieron, que solo a ti, oh Alfa y Omega, tenían que amarte por ser el Omnipotente Dios único.
•               Paz de Cristo 

TÚ, DESDE LA CRUZ, BENDIJISTE A TODA LA HUMANIDAD CON TU MAJESTUOSO PERDÓN, OH CRISTO

• Jesús, dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
• Oh mi Cristo, jamás nadie dio bendición mayor.
• Y serán los siervos, que por tu sublime bendición ante toda tiniebla prevalecen; 
• los que recibieron de gracia en su vivificante espíritu, tu excelso amor.
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• no ha habido más inconmensurable bendición en el mundo, que tu voluntaria inmolación en la cruz del Calvario. 
• Y es que, oh Señor, el que creyere en tu santo nombre, 
• traspasará el salvífico umbral del eterno santuario.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• nos acucia el anhelo,
• de vivir contigo en tu inaccesible luz,
• y ser consubstanciales a tu sobrenatural gozo, oh Eterno. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• por ser templo del Espíritu Santo;
• no dependo de mí mismo,
• sino de las bendiciones de lo alto.
• 
  
• La Biblia dice: Jehová te bendiga, y te guarde;
• Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
• Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
• Oh Señor Omnipotente, somos hijos de tu celestial linaje;
• y nuestra alma tiene sed,  oh Santo, de la bendición que derrama tu gloria,
• para poder morar en la eterna verdad. 
•                Paz de Cristo 

NO CONFÍES EN NINGÚN OTRO, SINO EN CRISTO

• La Biblia dice: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
• Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. 
• Oh mi Cristo, como a tus hijos has santificado; 
• santifica, porque tu misericordia es para siempre, a todos los que anhelan ser tus hijos.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• Tú te inmolaste por toda la humanidad en la cruz del Calvario. 
• Llena la tierra de tu gloria,  para que a los duros de corazón con tu piadoso amor,
• les des una inconmensurable provisión para su arrepentimiento, desde tu sobrenatural santuario. 
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• el que tiene una perfecta sumisión a tu majestuoso nombre, 
• tiene la celestial plenitud, 
• del que en espíritu ha sido pobre.
• 
  
• Oh Fiel y Verdadero, 
• en tu gloria morará,
• el alma que perseveró con la santidad de un probo siervo;
• y sin arruga y sin mancha, el umbral de la puerta del cielo traspasará. 
• 
  
• Oh Cristo Altísimo, 
• el que tenga el nítido entendimiento de que su altar no pasa la prueba final por su impureza.
• Póstrese con el corazón contrito y humillado en el Lugar Santísimo; 
• y busque raer su iniquidad, hasta que la blancura de su alma, oh Señor, sea tan impoluta como la de tu excelsa diestra. 
•                 Paz de Cristo 

EL MALIGNO HA DISTORSIONADO LA SANA DOCTRINA EN CRISTO

• Jesús, dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
• ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
• Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 
• Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
• Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. 
• Oh mi Cristo, sólo tu bíblico precepto,
• es de la sana doctrina.
• Y no hay otro sobrenatural mimbre,
• que nos levante con sus majestuosas glorias;
• sino el eterno conocimiento, dado por el Hijo del hombre. 
• 
  
• Jesús, enseña: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no conocéis mi palabra.
• Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 
• Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 
• ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis.
• El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
• Oh Santo de Israel, el que de verdad te ama,
• no te respondería con una falaz diatriba. 
• Pero la impostura del fariseo trataba de que no reflexionaréis,
• para que de su abominación participaréis;
• y que por compartir sus mentiras, fuereis en el día postrero condenados.
• 
  
• Oh Santo, 
• nada es tan meridiano como escudriñar la Sagrada Escritura. 
• Y al profesar la sabiduría de lo alto, 
• serás en Cristo una nueva criatura. 
• 
  
• Oh Eterno, 
• con tus principios bíblicos fui santificado.
• Y creí en la eternidad del cielo,
• para perseverar hasta el fin.
• Y con el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, poder morar en la gloria del siervo aprobado. 
•              Paz de Cristo 

SANTIFÍCAME EN TU GRACIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 
• Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 
• Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. 
• El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes no segará.
• Como tú no sabes cual es el camino del viento, o como crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
• Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.
• Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol;
• pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.
• Oh mi Cristo, Tú santificarás, 
• al que alaba a tu excelsa diestra.
• Y toda bonanza pondrá, 
• en el que también glorificará. 
• Oh Hijo del Hombre, Tú derramarás tus misericordias, 
• sobre el que su mirada ha puesto en el cielo.
• Y únicamente no irá al Seol,
• el que haya puesto por obra la santísima verdad.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• cada segundo de nuestra existencia, depende de tu poder.
• Y ha sido tu excelso amor, oh Rey de reyes, el que nos ha dado la gracia de creer.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• fue tu perfecta rueda,
• la que nos transformó en un siervo nuevo,
• para exaltar tu gloria excelsa. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• los clavos que horadaron tus pies y tus manos en la cruz del Calvario,
• dieron forma al binomio del sacrificio (dolor-amor);
• y con tu muerte y resurrección, se hizo manifiesta a toda alma, la gloriosa salvación eterna de tu glorioso santuario.
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• el hecho de despojarte de tu cetro y tu corona, y presentarte en la tierra como el mayor siervo;
• dio entendimiento al postrer bienaventurado, 
• para en todo tiempo adorarte, oh Eterno. 
•                Paz de Cristo 

EXCLUYE TODO LO IRRELEVANTE, TEN SABIDURÍA EN CRISTO

• La Biblia dice: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. 
• Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues a su amado dará Dios el sueño.
• Oh mi Cristo, mi anhelo espiritual es tener absoluta obediencia a tu Sagrada Palabra; 
• y en tan grandioso propósito, pondré el mayor celo.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• nunca hemos dependido de nosotros mismos.
• Y en el libre albedrío, nuestra nimia libertad es la que es;
• por lo cual, oh Señor, seremos siempre tus auténticos adoradores como hijos.
• 
  
• Oh Rey de reyes, 
• muchos son los cabos sueltos que acontecen en nuestra efímera vida.
• Y son, oh gran Dios, tus primorosos favores,
• por los que nuestra alma está al completo bendecida. 
• 
  
• Oh Rey de la gloria,
• únicamente el pobre en espíritu, ha decidido que su existencia sea inherente a tu gloriosa voluntad.
• Y éste es el primordial paso, que nos dará la victoria,
• para abrir la celestial puerta de eternidad.
•  
• Oh Cristo Jesús, 
• en tu Sagrada Escritura, hasta los espacios silentes que configuran el sobrenatural texto, nos anuncian que nos estamos deleitando con el pensamiento del Eterno.
• Y es que, oh Soberano Padre, hemos entrado en tu inaccesible luz,
• que es el verdadero y prodigioso cielo.
•             Paz de Cristo 

APÁRTATE DE LO SÉPTICO, PARA OBRAR EN CRISTO

• La Biblia dice: Por  lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 
• Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra la asechanza del diablo. 
• Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
• Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo estar firmes.
• Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 
• Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 
• Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 
• Oh mi Cristo, en tu Sagrada Palabra, nos asiremos al conocimiento pleno de la espiritual certeza;
• y por gracia, estaremos de toda iniquidad a salvo.
• Jamás contiendas con las perversas dobleces,
• porque en ellas, todas las maldades son afines.
• Y no te jactes nunca de tu estulticia,
• porque ella raerá todas las virtudes, de tu precaria santidad.
• Y busca con denuedo por la senda incorruptible el rostro del Señor Altísimo. 
• 
  
• Oh Santo, 
• teniendo a pedir de boca tu gloria; nunca más, por  mi torpeza, elegiré lo hediondo. 
• Y es que, por tu grandiosa misericordia, me has dado sabiduría de lo alto, 
• para apartarme del séptico trasfondo. 
• 
  
• Oh Rey de reyes, 
• nada más exultante ha acontecido en nuestras vidas,
• que el haber sido provistos de tus misericordias y favores,
• de todo punto inmerecidas.
• 
  
• Oh Eterno,
• que de las bendiciones de tu Sagrada Escritura se revista la humanidad,
• es tu glorioso desvelo;
• para que tu santa faz, la podamos ver concernidos de santidad.
• 
  
• Oh Alfa y Omega, 
• Tú nos has creado para ser salvos, y no condenados.
• Pero únicamente los que prosperen por la angostura de esta bendita tierra,
• serán en el día postrero bienaventurados.
•               Paz de Cristo 

EL FRUTO DEL ESPÍRITU, TRANSFORMA LA BLASFEMIA EN SANTIDAD, OH CRISTO

• La Biblia enseña: Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
• Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 
• Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 
• Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
• idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 
• envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 
• Oh mi Cristo, en tu sacrificio de cruz infame,
• se dieron cita los homicidas más suigéneris. 
• Pero Tú, oh Sumo Rey, 
• los perdonaste sus perfidias 
• y cobardía;
• para ser por el don de la fe, otrora santificados.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• tu gloriosa redención en tu muerte, 
• y muerte de cruz.
• Nunca ha sido suficientemente asumida por la humanidad,
• para poder en tu santo nombre, oh Rey de reyes, en el día postrero salvarse.
• 
  
• Oh Santo, 
• a los inicuos nos ofrendaste el más grandioso diamante, que es tu eternidad.
• Pero la inercia del ser humano, 
•  le ha llevado sin remisión a la vana necedad.
• 
  
• Oh Eterno, 
• la elección está servida:
• o del cielo, o del infierno,
• será nuestra alma revestida. 
• 
  
• La Biblia constata: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
• mansedumbre, templanza; contra estas cosas no hay ley.
• Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 
• Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
• Oh gran Yo Soy, al que en tu majestuoso nombre cree,
• nada le impedirá en santidad, ver al Omnipotente Rey.
• Y estos son tus genuinos siervos, 
• porque sólo ellos morarán en tu sobrenatural gloria, oh Altísimo Señor Jesucristo.
•                 Paz de Cristo 

LA BELLEZA DE TU VIDA, ÚNICAMENTE ESTÁ EN CRISTO

• Jesús, dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
• Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
• porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
• Oh mi Cristo, en todas nuestras acciones el alma se ha de santificar;
• porque al nombre que es sobre todo nombre adorarás,
• para que en el día postrero salves tu alma.
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• de tu senda de gloria, testificamos tus probos heraldos.
• Y es que, asidos a la fe,
• oh Señor, testificamos de tu sagrada memoria. 
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• en nuestra humana comprensión no cabe tu eternidad.
• Y sólo en tu perfecta rueda, darás vida a un siervo nuevo,
• que interiorizará, oh Rey de reyes, tu gloriosa verdad.
• 
  
• Oh Cristo Jesús, 
• todo pensamiento es excluyente a la obediencia. 
• Y será tu admirable  luz,
• la que nos revista de la celestial excelencia. 
• 
  
• Jesús, asevera: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
• Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
• Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
• Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
• Oh Hijo del Hombre, llenos hemos sido de tu excelso amor;
• y lucharemos denodadamente para que se multiplique de forma exponencial, en el ignoto futuro.
• Y que nuestro gozoso espíritu sea preservado,
• por tu belleza hasta el fin;
• porque en tu santo nombre, oh Sumo Redentor, hemos de prevalecer. 
•             Paz de Cristo