SANTIFÍCAME EN TU GRACIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 
• Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 
• Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. 
• El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes no segará.
• Como tú no sabes cual es el camino del viento, o como crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
• Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.
• Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol;
• pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.
• Oh mi Cristo, Tú santificarás, 
• al que alaba a tu excelsa diestra.
• Y toda bonanza pondrá, 
• en el que también glorificará. 
• Oh Hijo del Hombre, Tú derramarás tus misericordias, 
• sobre el que su mirada ha puesto en el cielo.
• Y únicamente no irá al Seol,
• el que haya puesto por obra la santísima verdad.
• 
  
• Oh Sumo Hacedor, 
• cada segundo de nuestra existencia, depende de tu poder.
• Y ha sido tu excelso amor, oh Rey de reyes, el que nos ha dado la gracia de creer.
• 
  
• Oh Sumo Alfarero, 
• fue tu perfecta rueda,
• la que nos transformó en un siervo nuevo,
• para exaltar tu gloria excelsa. 
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• los clavos que horadaron tus pies y tus manos en la cruz del Calvario,
• dieron forma al binomio del sacrificio (dolor-amor);
• y con tu muerte y resurrección, se hizo manifiesta a toda alma, la gloriosa salvación eterna de tu glorioso santuario.
• 
  
• Oh Cordero inmolado, 
• el hecho de despojarte de tu cetro y tu corona, y presentarte en la tierra como el mayor siervo;
• dio entendimiento al postrer bienaventurado, 
• para en todo tiempo adorarte, oh Eterno. 
•                Paz de Cristo