LA IDOLATRÍA, HERÉTICA SENDA EN CRISTO

• La Biblia dice: Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
• Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. 
• Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven;
• orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; 
• manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. 
• Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.
• Oh mi Cristo, el dia de Pentecostés, se derramó sobre toda carne el Espíritu Santo,
• para que la humanidad recibiera de su presencia excelsas bendiciones.
• Los idólatras en sus estatuas creen,
• y viéndolas se enardecen.
• Jamás harán milagros para el idólatra,
• por mucho que se empeñen en pasearlas públicamente, un sinnúmero de horas sus incondicionales costaleros.
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• la ancestral impostura idolátrica es por una obscena tradición. 
• ¿Es qué deben a las estatuas favores?
• ¿Será ésta la deshonrosa razón?
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• Oh Cristo Redentor, 
• tu sacrificio en la cruz del Calvario, fue para que te profesáramos gloria, honra y adoración. 
• Y el portador de imágenes, guarda el más séptico desamor,
• en su enajenado corazón. 
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• Oh Santo de Israel, 
• Tú aportaste con tus gloriosos milagros,
• la perfecta dirección de los que tenía auténtica fe;
• e indefectiblemente clamaban, oh Señor, los que de gracia iban a ser por tu excelsa diestra sanados. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• el siervo manifiesta extrema reverencia, 
• al invocar el nombre que es sobre todo nombre; 
• y únicamente se llena de gozo, en la exaltación de tu majestuosa presencia. 
•                   Paz de Cristo