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martes, 25 de abril de 2023

TÚ CONSUMARÁS EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA, OH CRISTO

  • Jesús, dijo: No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 
  • En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros. 
  • Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 
  • Oh mi Cristo, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
  • Gracias, oh Altísimo, por habernos revelado, la que va a ser nuestra morada contigo en los cielos;
  • sublime será contemplar tu santa faz, por la almas de la  amada Iglesia, cuando en las nubes la viereis.

  • La Biblia dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia,
  • a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 
  • Líbranos, oh Señor, de la ignominiosa estulticia;
  • y glosa en tus verdaderos siervos la Sagrada Palabra.

  • Jesús, enseña: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
  • Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
  • Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
  • Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
  • Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
  • Oh Sumo Hacedor, 
  • la revelación de tu Sagrado Escrito, 
  • santifica al discípulo atribulado.
  • Y hasta el fin; 
  • esto hará que persevere, oh gran Dios, en ti su ser.

  • Jesús, constata: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
  • Si guardarais mis mandamientos, permanecereis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
  • Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
  • Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 
  • Oh Sumo Salvador, 
  • profesando el Evangelio de la gracia, nos liberta de todo pernicioso desamor.
  • Y en nuestra alma habrás esculpido, 
  • oh Hijo del Hombre, el glorioso designio del bienaventurado. 

  • La Biblia incide: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
  • Como esta escrito: Por  causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. 
  • Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
  • Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir,
  • ni lo alto, no lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 
  • Oh gran Yo Soy, nuestra alma anhela ser por tu gracia bienaventurada,
  • en la excelsa gloria del día postrero; 
  • porque en la disposición de ser irreprensible, nuestro espíritu perseveró.
  • Oh Santo, confiamos plenamente tus heraldos, en que nuestra morada sea la inaccesible luz de tu vivir,
  • que es el santuario eterno.
  •                    Paz de Cristo 

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