- Jesús, dijo: No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
- En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar lugar para vosotros.
- Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
- Oh mi Cristo, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Gracias, oh Altísimo, por habernos revelado, la que va a ser nuestra morada contigo en los cielos;
- sublime será contemplar tu santa faz, por la almas de la amada Iglesia, cuando en las nubes la viereis.
- La Biblia dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia,
- a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
- Líbranos, oh Señor, de la ignominiosa estulticia;
- y glosa en tus verdaderos siervos la Sagrada Palabra.
- Jesús, enseña: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
- Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
- Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
- Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
- Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
- Oh Sumo Hacedor,
- la revelación de tu Sagrado Escrito,
- santifica al discípulo atribulado.
- Y hasta el fin;
- esto hará que persevere, oh gran Dios, en ti su ser.
- Jesús, constata: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
- Si guardarais mis mandamientos, permanecereis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
- Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
- Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
- Oh Sumo Salvador,
- profesando el Evangelio de la gracia, nos liberta de todo pernicioso desamor.
- Y en nuestra alma habrás esculpido,
- oh Hijo del Hombre, el glorioso designio del bienaventurado.
- La Biblia incide: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
- Como esta escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
- Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir,
- ni lo alto, no lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
- Oh gran Yo Soy, nuestra alma anhela ser por tu gracia bienaventurada,
- en la excelsa gloria del día postrero;
- porque en la disposición de ser irreprensible, nuestro espíritu perseveró.
- Oh Santo, confiamos plenamente tus heraldos, en que nuestra morada sea la inaccesible luz de tu vivir,
- que es el santuario eterno.
- Paz de Cristo
martes, 25 de abril de 2023
TÚ CONSUMARÁS EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA, OH CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario