Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Ineludible le es al ser humano vivir en la gracia del Señor Jesucristo, para evitar la arrogante vanidad.
Sed en la Palabra perseverantes,
y conoceréis la santísima verdad.
El mundo está subyugado por el maligno.
En la obscuridad de su pozo hediondo solo existe hurto, muerte y destrucción.
Aun estando en Cristo; convertido en angel de luz, te somete impunemente a su hechizo;
porque el padre de mentira es camino de perdición.
Velaz y orad,
para no ser arrastrados por la asechanza del diablo.
En sus garras inmundas, únicamente hay maldición e impiedad;
pero el yelmo de salvación y la coraza de justicia,
nos preservarán del impostor soterrado.
La Biblia dice: Resistid al diablo, y él huirá.
Ante el malvado zarpazo del calumniador, has de invocar el nombre de Jesús.
Y su taciturna traición evitará,
el que vestido con el lino de blanca pureza, oh Rey de la gloria, respladezca en tu majestuosa luz.
Belcebú con su osadía maléfica, tentó al Todopoderoso Señor Jesucristo en el desierto.
Y mostrándole desde un mote muy alto, todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás.
El único Dios digno de adoración es el Rey de reyes y Señor de señores, el Alto y Sublime, el Fiel y Verdadero, el Altísimo Jesucristo, el Sumo Alfarero, el Padre eterno;
porque en Él y por Él en el nombre de Jesús te salvarás.
Paz de Cristo
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