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domingo, 2 de febrero de 2020

LA SANTÍSIMA LOA, OLOR FRAGANTE EN CRISTO

Oh Cristo Jesús, 
sagrada loa de olor fragante fue tu abominable sacrificio.
Y es que, el resplandor de su admirable luz, 
emanaba del Santo Espíritu.

Oh Rey de reyes, 
lo estrictamente perfecto ha sido creado por la Palabra. 
Y hemos de ser ungidos por tus excelentes bienes, 
para dejar de manifiesto, oh Señor, tu majestuosa gracia.

Oh Señor Jesucristo, en la tabla de nuestro corazón,
ha de ser visible la paz espiritual.
Y hasta lo último de la tierra predicaremos a la sazón,
el Evangelio de salvación celestial.

Oh Omnipotente Redentor, 
has consumado fielmente toda profecía del Antiguo Testamento. 
Y, oh Señor de señores, con tu sublime amor,
has perseverado sin sombra de variación en su cumplimiento.

A los que creemos en tu nombre, oh Fiel y Verdadero, 
nos ha sido esculpida en el alma la conviccion de pecado.
Y, oh Sumo Salvador, sabemos que por tu misericordia en el día postrero,
moraremos en la gloria del bienaventurado.
                       Paz de Cristo 












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