Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
La Biblia dice: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
El ser humano, en su exigua espiritualidad, no ha conseguido hacerse permeable a tan solo una gota de agua, que derrama el cielo de manera perceptible;
y así su incircunciso corazón, en el Señor Jesucristo, sea al fin verdaderamente libre.
Sí, porque si no entendemos que esa gota de agua es bendición de lo alto;
y que sin ella, no seríamos almas vivientes.
No hemos interiorizado, que la gracia nos viene dada del que de Israel es Santo.
Y que, oh Señor, no te alabamos con denuedo, por ser de tu creación los más necios e irreverentes.
La salvación en Cristo Jesús,
se ha de edificar desde la absoluta obediencia, a la que parece más insignificante jota biblica.
Porque de la letra, que para nosotros es más irrelevante, oh Rey de la gloria, tu admirable luz,
emana sagrada revelación santísima.
No hagamos, oh Sumo Hacedor, meras repeticiones de tu pensamiento eterno.
Discernamos su glorioso cotenido con extrema sabiduría.
Porque nuestros nombres estarán escritos en el cielo;
si nuestra alma, oh Altísimo, en tu nombre se gloría.
Los cobardes no entrarán en el reino de los cielos, dijo el Señor Jesús.
Velad y orad para no entrar en tentación.
La inminente venida del Fiel y Verdadero, nos acerca a su celestial plenitud;
y no peques más, para no perderte su grandiosa salvación.
Paz de Cristo
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