1 PEDRO 1:24,25 EN CRISTO

• Porque: Toda carne es como hierba, y toda gloria del hombre como flor de hierba.
• La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor pernanece para siempre. 
• Irremisiblemente nuestra vida se marchita, oh mi Cristo, no afirmandonos en la sabiduría que el cielo vierte en nuestra alma, al estar aún por la ignominia del mundo presa.
• Y porque no nos esforzamos en dar toda la gloria al Fiel y Verdadero, que es el que nos sustenta fisica y espiritualmente.
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• La Biblia dice: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
• Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 
• No os soltéis de la diestra del Señor, por la cual habéis sido indubitablemente amparados;
• y además, tenéis el grandioso privilegio de que vuestros nombres están en ella esculpidos.
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• Jesús, dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
• Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
• La instrucción que nos das, oh Señor, es que inequívocamente a ti primero hemos de amar.
• Y es que, en la cruz del Calvario, oh Rey de la gloria, con tu muerte venciste al imperio de la muerte, para dar vida, y vida en abundancia a los que más amas. 
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• Nuestro Señor Jesucristo, nos ha dado el mayor premio, y el más inmerecido: la salvación.
• Ajusta tus pasos a la senda sagrada, por la que Cristo Jesús dejó sus indelebles huellas. 
• Y vivifica al máximo hasta el último latido de tu corazón, 
• para presentarte ante el Eterno en santidad; y así su sagrada faz veas.
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• Nada le es oculto al Sumo Hacedor;
• su omnisciencia conoce el eco de cada instante, en la naturaleza del universo por Él creado. 
• Ofrenda al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo tu adoración en santísimo loor,
• para recibir por gracia en el día postrero, el galardón del siervo bienaventurado. 
•                        Paz de Cristo