- Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
- Mirad, pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios.
- Y es que, en la irreprensible coherencia ha de moverse tu espíritu,
- para no caer en el fondo y la forma de los zafios.
- Y también: Otro de los discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
- Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
- El efímero tiempo del advenedizo seguidor insolente,
- no ha lugar, oh Señor, con tus majestuosos tiempos eternos.
- A tu corazón, el Alfa y la Omega,
- hace un llamado de eternidad inequívoco.
- Y al desconocer lo que en el devenir representa,
- lo extrapolas a un lenguaje absolutamente ambiguo.
- El trasfondo de la predicación poética en Cristo,
- es una continua revelación de la Sagrada Palabra.
- Y así lo quiere el Santo Espíritu,
- cuando anhela salvar tu alma.
- Jesus, dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
- El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
- No predicar a Cristo es nuestra mayor deuda; y no será de su bendita aprobación, ninguna excusa.
- Y es que, si tú eres siervo del Altísimo Señor y Salvador Jesucristo. La Biblia dice: Qué estás juntamente con Él crucificado.
- Paz de Cristo
jueves, 5 de noviembre de 2020
EFESIOS 4:14-16 EN CRISTO
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