- No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.
- Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad.
- La luz admirable, oh Señor, viene de tu santa faz,
- para saciarnos con la majestuosa verdad.
- A nuestra inocencia la doblegó el pecado.
- Y la paga del pecado es muerte.
- El que quiera ser santificado,
- habrá de postrase a los pies de Cristo, con el corazon contrito y humillado.
- Oh Cordero inmolado, Tú transformaste nuestras vidas.
- al humillarte hasta la muerte, y muerte de cruz en el Calvario.
- Nos redimiste y justificaste con tus gloriosas heridas,
- para traspasar el umbral de tu eterno santuario.
- La Biblia dice: Jehová es mi pastor; nada me faltará.
- En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
- La voluntad del Señor, será el único propósito que en tu alma se afirmará;
- y nada ni nadie lo impedirá.
- Jesús, dijo: Mas el que persevere hasta el fin éste será salvo.
- Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
- Oh Señor Jesús, mi anhelo es tocar el borde de tu manto;
- para que en el arrebatamiento, obres sobre tu amada Iglesia el sobrenatural milagro de la salvación que está en mí.
- Paz de Cristo
miércoles, 11 de noviembre de 2020
ISAÍAS 59:8,9 EN CRISTO
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