APOCALIPSIS 3:20,21 EN CRISTO

• He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 
• Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 
• La doctrina de Unicidad es explícita en este versículo;
• cuando Jesús con el que venciere se sentarán en un único trono, que es el del mismo Jesucristo en la Divinidad del Padre eterno.
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• Oh Altísimo Señor Jesucristo, 
• en tu majestuosa omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia se da por consumada la eternidad.
• Y es que, en tu Santo Espíritu, 
• vive ubicua la sagrada verdad.
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• Jesús, dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
• Si me conocieseis, también a mi Padre coneceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 
• En la revelación del nombre, el misterio queda resuelto al fin:
• El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
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• Y también: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
• Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 
• Yo y el Padre uno somos. 
• Oh Señor, de Israel eres el Santo.
• Y en la cruz del Calvario, redimiste a toda la humanidad con tu preciosa sangre,
• para que en tu nombre que es sobre todo nombre, nos gloriásemos.
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• La Biblia dice: Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. 
• No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. 
• La senda más angosta, la has hecho Tú, oh Cristo Jesús; y ninguno de tus siervos se perderá,
• porque de gracia recibieron la salvación, al ser de tu amada Iglesia, sin arruga y sin mancha los santos genuinos.
•                         Paz de Cristo