Di la espalda al Nombre que es sobre todo nombre, oh Jesús,
al no hacerme eco de tu voz derramando unción.
Oh Señor, de tu llamado emana la luz,
que ha dictado el pálpito a mi corazón.
Oh Cristo, concernido en tu omnipresencia,
he oído la Palabra.
Me ha unido a ti, oh Rey de reyes, la sobrenatural excelencia,
del que tiene persistente piedad del ser humano; porque le ama.
Oh Cristo Jesús, cada día dejamos pasar la oportunidad,
de haber creído en el Evangelio.
No obvies la verdad,
cuando te envuelva la nube de gloria, que es un gran privilegio.
Oh Señor Jesucristo, la espiritual sanación de tu diestra, golpeó con estruendo en nuestra puerta,
para que desestimáramos al mundo, a través del arrepentimiento.
Busca al Redentor, que te ofrenda la salvación con su gracia.
Y guarda la máxima obediencia,
siendo consumador del primero y gran mandamiento.
Oh Señor Omnipotente, de tu amor,
he de ser puro reflejo.
Me hiciste conforme a tu semejanza, oh Salvador;
y mi bienaventurado propósito es abrir siempre la puerta al que de Israel es Santo, el Fiel y Verdadero.
Paz de Cristo
jueves, 31 de enero de 2019
miércoles, 30 de enero de 2019
MATEO 12:34-37 EN CRISTO
Jesús, dijo: ¡Generación de víboras!
¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Si la Palabra guardas,
haz blandir su espada de dos filos, que al inicuo convierte; porque tala su maldad de lengua abyecta.
Engañoso es el corazón,
para el hombre sórdido.
Oh Cristo Jesús, derramada sobre el ser humano tu santa unción,
lo exonerará del maldito yugo al que estuvo sometido.
No es buena consejería,
hablar de forma baladí.
Oh Señor Jesucristo, que sea tu sabiduría,
la que sujete el desorden arbitrario de todo desliz.
Las palabras que profieras,
serán de salvación o condenación.
Que tu meditación, ponga por obra las palabras verdaderas;
y que el pensamiento maledicente, oh Señor, sea por tu misericordia transformado en gracia de justificación.
Oh Redentor, la incisión de tu Palabra,
da radiante luz a la perversa obscuridad.
Y hace prodigios en el alma que se consagra,
para traspasar el umbral de la eternidad.
Paz de Cristo
¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Si la Palabra guardas,
haz blandir su espada de dos filos, que al inicuo convierte; porque tala su maldad de lengua abyecta.
Engañoso es el corazón,
para el hombre sórdido.
Oh Cristo Jesús, derramada sobre el ser humano tu santa unción,
lo exonerará del maldito yugo al que estuvo sometido.
No es buena consejería,
hablar de forma baladí.
Oh Señor Jesucristo, que sea tu sabiduría,
la que sujete el desorden arbitrario de todo desliz.
Las palabras que profieras,
serán de salvación o condenación.
Que tu meditación, ponga por obra las palabras verdaderas;
y que el pensamiento maledicente, oh Señor, sea por tu misericordia transformado en gracia de justificación.
Oh Redentor, la incisión de tu Palabra,
da radiante luz a la perversa obscuridad.
Y hace prodigios en el alma que se consagra,
para traspasar el umbral de la eternidad.
Paz de Cristo
martes, 29 de enero de 2019
LA PALABRA, VIDA ETERNA EN CRISTO
Oh Cristo, escogiste a heraldos de la Palabra,
para la enseñanza de tu eterno pensamiento.
Permeable es el prodigio de la gracia,
que derramas, oh Señor, desde el excelso firmamento.
Oh Cristo Jesús, inexistente es la distancia,
para la predicación del Evangelio.
En el poder de tu presencia,
ha fijado su sobrenatural cimiento cada discípulo egregio.
Oh Señor Jesucristo, en la Sagrada Escritura,
están todas la respuestas.
Ser nueva criatura,
es profesarte con desmesura, oh Señor Omnipotente, la santa obediencia.
Oh Fiel y Verdadero, la luz de tu Nombre,
es el celestial resplandor que nos deslumbra.
El que anhela tu amor, oh Rey de reyes, te manifiesta un temor reverente;
y de la despiadada tempestad, sentimos invulnerable protección asidos a su majestuosa diestra.
Oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada,
transformó en blanca nieve, la obscuras actas de ancestrales culpas.
La Iglesia bienaventurada,
es del Alfa y la Omega: del que era, del que es y del que ha de venir, para gloria de sus almas.
Paz de Cristo
para la enseñanza de tu eterno pensamiento.
Permeable es el prodigio de la gracia,
que derramas, oh Señor, desde el excelso firmamento.
Oh Cristo Jesús, inexistente es la distancia,
para la predicación del Evangelio.
En el poder de tu presencia,
ha fijado su sobrenatural cimiento cada discípulo egregio.
Oh Señor Jesucristo, en la Sagrada Escritura,
están todas la respuestas.
Ser nueva criatura,
es profesarte con desmesura, oh Señor Omnipotente, la santa obediencia.
Oh Fiel y Verdadero, la luz de tu Nombre,
es el celestial resplandor que nos deslumbra.
El que anhela tu amor, oh Rey de reyes, te manifiesta un temor reverente;
y de la despiadada tempestad, sentimos invulnerable protección asidos a su majestuosa diestra.
Oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada,
transformó en blanca nieve, la obscuras actas de ancestrales culpas.
La Iglesia bienaventurada,
es del Alfa y la Omega: del que era, del que es y del que ha de venir, para gloria de sus almas.
Paz de Cristo
lunes, 28 de enero de 2019
HECHOS 19:15 EN CRISTO
Oh Cristo, las semillas se esparcieron;
y muchas por veleidades de su sino, no obtuvieron crecimiento en tierra fértil.
La condición indispensable, oh Señor, para ser tu genuino discípulo, es servirte con auténtica abnegación;
y sepultar el yermo desierto, que es tenebrosamente fútil.
Jesús, dijo: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Y no hay cosa creada, que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Todopoderoso es el Espíritu de la verdad;
y nada, ni nadie se esconderá de su presencia.
Y respondiendo el espíritu maligno, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
Oh Señor Jesucristo, el resplandor de tu admirable luz, prevalecerá sobre las tinieblas eternamente.
Si por el adulador fatuo fuerais envanecidos hoy.
Seréis sabios al reconocer en Jesús de Nazaret el eterno presente.
Porque vivimos por tu misericordia,
revélale a toda la humanidad, oh Señor Jesús, tu Santo Nombre.
Que tu Palabra sea cortante, como el doble filo de toda espada.
Y seré un segundo del paraíso; para en la gloria, oh Señor, con mis ojos poder verte.
Porque sabes que somos polvo,
Oh Señor Omnipotente.
Rescátanos de las mazmorras del séptico oprobio;
y revestidos seremos del blanco lino, de tu amor resplandeciente.
Paz de Cristo
y muchas por veleidades de su sino, no obtuvieron crecimiento en tierra fértil.
La condición indispensable, oh Señor, para ser tu genuino discípulo, es servirte con auténtica abnegación;
y sepultar el yermo desierto, que es tenebrosamente fútil.
Jesús, dijo: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Y no hay cosa creada, que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Todopoderoso es el Espíritu de la verdad;
y nada, ni nadie se esconderá de su presencia.
Y respondiendo el espíritu maligno, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
Oh Señor Jesucristo, el resplandor de tu admirable luz, prevalecerá sobre las tinieblas eternamente.
Si por el adulador fatuo fuerais envanecidos hoy.
Seréis sabios al reconocer en Jesús de Nazaret el eterno presente.
Porque vivimos por tu misericordia,
revélale a toda la humanidad, oh Señor Jesús, tu Santo Nombre.
Que tu Palabra sea cortante, como el doble filo de toda espada.
Y seré un segundo del paraíso; para en la gloria, oh Señor, con mis ojos poder verte.
Porque sabes que somos polvo,
Oh Señor Omnipotente.
Rescátanos de las mazmorras del séptico oprobio;
y revestidos seremos del blanco lino, de tu amor resplandeciente.
Paz de Cristo
domingo, 27 de enero de 2019
2 CORINTIOS 10:17 EN CRISTO
La revelación de la gloria,
es el insondable conocimiento sobrenatural de tu Palabra, oh Cristo.
Tu muerte, oh Señor, asoló al imperio de la muerte, con la majestuosa resurrección en victoria,
del Santo Espíritu.
Mas el que se gloría, gloríese en el Señor.
Emular al Todopoderoso sería un gran despropósito.
Sabed que Dios es amor,
y que en nuestro ser supera toda instancia del intelecto.
Tres veces santo es el Señor Jesucristo
Y por el pecado, fue destituida de la gloria toda la humanidad.
La muerte no retuvo, al que es del Padre el Hijo unigénito,
que puso la vida y la volvió a tomar, para manifestar su soberana Unicidad.
Pensad que la fe es un don del Señor Jesucristo,
y en nuestra naturaleza fluctúa por su inopinada longanimidad.
No contristar al Espíritu,
y os será de provisión la sagrada verdad.
Al altivo, Dios mira de lejos;
porque se gloría en sí mismo.
Si te glorías, gloríate en los cielos,
y descenderá sobre ti la bendición del Altísimo.
Paz de Cristo
es el insondable conocimiento sobrenatural de tu Palabra, oh Cristo.
Tu muerte, oh Señor, asoló al imperio de la muerte, con la majestuosa resurrección en victoria,
del Santo Espíritu.
Mas el que se gloría, gloríese en el Señor.
Emular al Todopoderoso sería un gran despropósito.
Sabed que Dios es amor,
y que en nuestro ser supera toda instancia del intelecto.
Tres veces santo es el Señor Jesucristo
Y por el pecado, fue destituida de la gloria toda la humanidad.
La muerte no retuvo, al que es del Padre el Hijo unigénito,
que puso la vida y la volvió a tomar, para manifestar su soberana Unicidad.
Pensad que la fe es un don del Señor Jesucristo,
y en nuestra naturaleza fluctúa por su inopinada longanimidad.
No contristar al Espíritu,
y os será de provisión la sagrada verdad.
Al altivo, Dios mira de lejos;
porque se gloría en sí mismo.
Si te glorías, gloríate en los cielos,
y descenderá sobre ti la bendición del Altísimo.
Paz de Cristo
LAS PRIMICIAS SUPLEN TODA NECESIDAD EN CRISTO
Oh Cristo, Tú eres el dueño de todo lo creado.
El que siembra con generosidad, tendrá fruto al ciento por uno.
Y serás bienaventurado,
cuando llegues al conocimiento de que eterno es el Hacedor Sumo.
Oh Cristo Jesús, agradarte es nuestra principal misión.
Y de las primicias será lleno el alfolí.
Comparte con el corazón,
la piedra que vino a ser cabeza del ángulo, y desecharon los edificadores como vil.
Oh Señor Jesucristo, el yugo de lo necio nos sometió a la incredulidad.
Y solo por la fe de tu justicia, oh Señor Omnipotente, en tu muerte y resurrección hemos creído.
Por gracia es la salvación de eternidad,
que has dado en tu Nombre al redimido.
Oh Señor Jesús, tu justicia es perfecta;
porque se ha edificado sobre la sublime Roca de amor.
Con la bondad del que más ama,
nos revestiste del gozo, que es nuestra fortaleza, oh Señor.
Oh Rey de reyes, el oprobio de la insensatez,
nos ha hecho presos del Hades.
La primicias son puestas por obra de la consagrada candidez,
del que nos guarda en la santidad de sus eternos bienes.
Paz de Cristo
El que siembra con generosidad, tendrá fruto al ciento por uno.
Y serás bienaventurado,
cuando llegues al conocimiento de que eterno es el Hacedor Sumo.
Oh Cristo Jesús, agradarte es nuestra principal misión.
Y de las primicias será lleno el alfolí.
Comparte con el corazón,
la piedra que vino a ser cabeza del ángulo, y desecharon los edificadores como vil.
Oh Señor Jesucristo, el yugo de lo necio nos sometió a la incredulidad.
Y solo por la fe de tu justicia, oh Señor Omnipotente, en tu muerte y resurrección hemos creído.
Por gracia es la salvación de eternidad,
que has dado en tu Nombre al redimido.
Oh Señor Jesús, tu justicia es perfecta;
porque se ha edificado sobre la sublime Roca de amor.
Con la bondad del que más ama,
nos revestiste del gozo, que es nuestra fortaleza, oh Señor.
Oh Rey de reyes, el oprobio de la insensatez,
nos ha hecho presos del Hades.
La primicias son puestas por obra de la consagrada candidez,
del que nos guarda en la santidad de sus eternos bienes.
Paz de Cristo
viernes, 25 de enero de 2019
EL PECADO, LA PRUEBA ABISAL EN CRISTO
Este es el punto de inflexión en Cristo,
donde la contumacia abisal se manifiesta enmascarada de alevosa nocturnidad.
Oh Santo Espíritu,
que sea tu piedad derramada sobre nuestras almas de incorruptible verdad.
En el silencio de la alborada,
invoco tu Todopoderoso Nombre, oh Cristo Jesús.
Tu voz llega con la nitidez santificada,
de una irrepetida y admirable luz.
Prueba persistente es el pecado,
que redefine al discípulo del Señor Jesucristo.
No existe mayor bienaventurado,
sino el que a visto en los cielos su nombre escrito.
La concupiscencia,
es una perniciosa sombra que nos acosa noche y día.
Incluso se involucra en los sueños de nuestra existencia,
para menoscabar la exultante alegría.
Ponte el yelmo de salvación,
y revístete de la portentosa coraza del Rey de la gloria.
Y harás frente al engañoso e inicuo corazón,
resistiendo toda virulencia del enemigo, oh Señor, hasta la santa y final victoria.
Paz de Cristo
donde la contumacia abisal se manifiesta enmascarada de alevosa nocturnidad.
Oh Santo Espíritu,
que sea tu piedad derramada sobre nuestras almas de incorruptible verdad.
En el silencio de la alborada,
invoco tu Todopoderoso Nombre, oh Cristo Jesús.
Tu voz llega con la nitidez santificada,
de una irrepetida y admirable luz.
Prueba persistente es el pecado,
que redefine al discípulo del Señor Jesucristo.
No existe mayor bienaventurado,
sino el que a visto en los cielos su nombre escrito.
La concupiscencia,
es una perniciosa sombra que nos acosa noche y día.
Incluso se involucra en los sueños de nuestra existencia,
para menoscabar la exultante alegría.
Ponte el yelmo de salvación,
y revístete de la portentosa coraza del Rey de la gloria.
Y harás frente al engañoso e inicuo corazón,
resistiendo toda virulencia del enemigo, oh Señor, hasta la santa y final victoria.
Paz de Cristo
SALMO 46 EN CRISTO
El camino se torna angosto,
y causa estremecimiento en el espíritu.
La fortaleza del Todopoderoso,
te socorre hasta en lo
más profundo del abismo.
Oh Cristo, tu gozo es mi fortaleza.
Solo tus mimbres santos me sustentan.
Provisión me das, oh Señor, de inusitada fuerza,
ante las iniquidades que del mundo acechan.
Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.
Vencedor he sido en mil batallas, por mor de su Nombre Santo.
Nada me envilece,
el resplandor de su gracia ilumina mi ser desde el universo Cristocentrico.
Mi fe en el Señor Jesucristo es inexpugnable,
nada la puede vencer.
De blindaje imperturbable,
se reviste, oh Rey de reyes, el que en ti ha de creer.
Invisible es la invulnerable fortaleza,
del que se loa en el Sumo Hacedor.
Y aunque este muerto, vivirá el que en el Salvador se regocija;
porque en su alma mora el amor.
Paz de Cristo
y causa estremecimiento en el espíritu.
La fortaleza del Todopoderoso,
te socorre hasta en lo
más profundo del abismo.
Oh Cristo, tu gozo es mi fortaleza.
Solo tus mimbres santos me sustentan.
Provisión me das, oh Señor, de inusitada fuerza,
ante las iniquidades que del mundo acechan.
Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.
Vencedor he sido en mil batallas, por mor de su Nombre Santo.
Nada me envilece,
el resplandor de su gracia ilumina mi ser desde el universo Cristocentrico.
Mi fe en el Señor Jesucristo es inexpugnable,
nada la puede vencer.
De blindaje imperturbable,
se reviste, oh Rey de reyes, el que en ti ha de creer.
Invisible es la invulnerable fortaleza,
del que se loa en el Sumo Hacedor.
Y aunque este muerto, vivirá el que en el Salvador se regocija;
porque en su alma mora el amor.
Paz de Cristo
jueves, 24 de enero de 2019
COLOSENSES 3:17 EN CRISTO
Desde antes de que fueras conocido,
fue Dios en su misterio eterno el que te creó.
¿Y si a Él le agradó haberte concevido,
no habrás de dar cuenta de todo lo que en tu vida aconteció?
Si por el amor estáis asidios,
os guarda el inexpugnable vínculo perfecto.
Sean todo hecho y pensamiento en el Nombre de Jesús bendecidos,
para dar del Evangelio santo cumplimiento.
Perseverad en el único Nombre dado a los hombres,
por el que se puede ser salvo.
Loaros en sus santificaciónes,
para ver el día postrero, oh Señor, tu paraíso sagrado.
Sed de revosante generosidad,
en vuestra actitud vital.
Revestios de la verdad,
y os iluminará la luz celestial.
Buscad el rostro del Rey de la gloria,
con el celo del alma irreprensible.
Y con el galardón de la eterna victoria,
tu salvación será incorruptible.
Paz de Cristo
fue Dios en su misterio eterno el que te creó.
¿Y si a Él le agradó haberte concevido,
no habrás de dar cuenta de todo lo que en tu vida aconteció?
Si por el amor estáis asidios,
os guarda el inexpugnable vínculo perfecto.
Sean todo hecho y pensamiento en el Nombre de Jesús bendecidos,
para dar del Evangelio santo cumplimiento.
Perseverad en el único Nombre dado a los hombres,
por el que se puede ser salvo.
Loaros en sus santificaciónes,
para ver el día postrero, oh Señor, tu paraíso sagrado.
Sed de revosante generosidad,
en vuestra actitud vital.
Revestios de la verdad,
y os iluminará la luz celestial.
Buscad el rostro del Rey de la gloria,
con el celo del alma irreprensible.
Y con el galardón de la eterna victoria,
tu salvación será incorruptible.
Paz de Cristo
miércoles, 23 de enero de 2019
LA PAZ, INCIENSO DE ORACIÓN EN CRISTO
La paz huye de lo inveraz,
y se edifica en el Santo Espíritu.
El incienso eleva la oración de toda verdad,
que es la excelencia del Evangelio, oh mi Señor Jesucristo.
El viento se vuelve brisa,
y con su natural transparencia a lo tenebroso le da un áureo resplandor.
Oh Señor Jesús, del trono de la gracia,
fluye el universal río de vida que a las almas afligidas sacia con eterno amor.
La oración ahonda hasta lo más profundo,
para limpiar lo más recóndito de la impureza.
Que vuele tu clamor al cielo, y en Cristo habrás vencido al mundo,
llenando de fe los corazones que laten unánimes en la certeza.
Incensar de paz,
la bella plegaria en adoración al Omnipotente Salvador.
Y que traspase el umbral de la eternidad,
la libertad de estar en tu Espíritu, oh Señor.
El deseo de ser esclavo de tu paz, oh Todopoderoso Jesús,
ha dado a mi espíritu alas.
Y siento la plenitud,
de haber recibido el óleo santo, por el cual en Cristo amas.
Paz de Cristo
y se edifica en el Santo Espíritu.
El incienso eleva la oración de toda verdad,
que es la excelencia del Evangelio, oh mi Señor Jesucristo.
El viento se vuelve brisa,
y con su natural transparencia a lo tenebroso le da un áureo resplandor.
Oh Señor Jesús, del trono de la gracia,
fluye el universal río de vida que a las almas afligidas sacia con eterno amor.
La oración ahonda hasta lo más profundo,
para limpiar lo más recóndito de la impureza.
Que vuele tu clamor al cielo, y en Cristo habrás vencido al mundo,
llenando de fe los corazones que laten unánimes en la certeza.
Incensar de paz,
la bella plegaria en adoración al Omnipotente Salvador.
Y que traspase el umbral de la eternidad,
la libertad de estar en tu Espíritu, oh Señor.
El deseo de ser esclavo de tu paz, oh Todopoderoso Jesús,
ha dado a mi espíritu alas.
Y siento la plenitud,
de haber recibido el óleo santo, por el cual en Cristo amas.
Paz de Cristo
martes, 22 de enero de 2019
SÉ SANTO EN CRISTO
Oh gran Yo Soy, tu pureza hizo eterno el espacio,
que nadie puede pisar.
Fundaste, oh Señor, el santuario,
que guarda la consagración espiritual de amar.
Nada limita mi santidad,
cuando me elevo en el Espíritu.
Tocar la eternidad,
es un inequívoco propósito, oh Señor Jesucristo.
Oír la voz de Cristo Jesús,
es recibir de gracia su inefable Palabra.
La audible armonía de su admirable luz,
santifica la poesía del alma.
Oh Fiel y Verdadero, inexistente es el tiempo,
que me envuelve en tu adoración.
Y el exhorto de la piedad del Evangelio,
ha hecho santo a mi corazón.
Oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario,
justificó nuestra iniquidad.
Y el que en el Nombre de Jesús, no fue santo;
nunca de lo alto, a su corazón se le reveló la sagrada verdad.
Paz de Cristo
que nadie puede pisar.
Fundaste, oh Señor, el santuario,
que guarda la consagración espiritual de amar.
Nada limita mi santidad,
cuando me elevo en el Espíritu.
Tocar la eternidad,
es un inequívoco propósito, oh Señor Jesucristo.
Oír la voz de Cristo Jesús,
es recibir de gracia su inefable Palabra.
La audible armonía de su admirable luz,
santifica la poesía del alma.
Oh Fiel y Verdadero, inexistente es el tiempo,
que me envuelve en tu adoración.
Y el exhorto de la piedad del Evangelio,
ha hecho santo a mi corazón.
Oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario,
justificó nuestra iniquidad.
Y el que en el Nombre de Jesús, no fue santo;
nunca de lo alto, a su corazón se le reveló la sagrada verdad.
Paz de Cristo
PROVERBIOS 4:20-22 EN CRISTO
Oh Cristo, sobrenatural medicina es la Palabra,
a espíritu, cuerpo y alma; porque en la debilidad fuertes son.
Oh Señor, tu gozo es mi fortaleza,
si en el Espíritu mora mi corazón.
Oh Cristo Jesús, de una exuberante vida,
me has dado provisión.
De tanta perfección se ha visto rodeada,
que no muestra aprecio a tan privilegiada atención.
Buscad en vuestro profundo interior,
las arras que provienen de lo eterno.
Oh Señor Jesucristo, solo cuando tengo un encuentro con tu genuino amor,
de gracia estoy completo.
Cristocéntrica ha de ser nuestra existencia,
para dar luz al alma en cada acontecimiento.
Lleno serás de la eterna excelencia,
si la visión de tu ojo, se transforma en lámpara del cuerpo.
La fe en la Palabra, oh Redentor,
ha de ser la raíz que canalice la savia sagrada a nuestro corazón.
Oh Rey de reyes, en tu semilla de amor,
siento el linaje de mi vivificante salvación.
Paz de Cristo
a espíritu, cuerpo y alma; porque en la debilidad fuertes son.
Oh Señor, tu gozo es mi fortaleza,
si en el Espíritu mora mi corazón.
Oh Cristo Jesús, de una exuberante vida,
me has dado provisión.
De tanta perfección se ha visto rodeada,
que no muestra aprecio a tan privilegiada atención.
Buscad en vuestro profundo interior,
las arras que provienen de lo eterno.
Oh Señor Jesucristo, solo cuando tengo un encuentro con tu genuino amor,
de gracia estoy completo.
Cristocéntrica ha de ser nuestra existencia,
para dar luz al alma en cada acontecimiento.
Lleno serás de la eterna excelencia,
si la visión de tu ojo, se transforma en lámpara del cuerpo.
La fe en la Palabra, oh Redentor,
ha de ser la raíz que canalice la savia sagrada a nuestro corazón.
Oh Rey de reyes, en tu semilla de amor,
siento el linaje de mi vivificante salvación.
Paz de Cristo
lunes, 21 de enero de 2019
LA PROMESA, SAGRADO SELLO EN CRISTO
Oh Cristo, ceñiste a la Palabra,
cada sagrada promesa con un fulgor sobrenatural.
Es un santo acorde que nos ama,
en la revelada partitura celestial.
Oh Cristo Jesús, la belleza de la Sagrada Escritura,
se transforma en gozo.
Promesa del misterio eterno es ser nueva criatura:
las cosas viejas pasaron, todo el devenir es hecho un nuevo propósito.
El sello de la promesa,
se conforma en cerrar un circulo Cristocéntrico.
El origen de su naturaleza,
es el omnisciente santuario del principio biblico.
Oh Señor Jesucristo, en la tenebrosa tempestad,
se erige la paz de la promesa.
Manifiesta eternidad,
de infalible verdad que edifica la Roca majestuosa.
Oh Cordero inmolado, Tú eres el autor y consumador de la fe.
Y la promesa ha de ser inmarcesible como una eterna rosa.
Dad vida a lo que no se ve,
y en fragancia imperecedera habréis convertido a la inmortal promesa.
Paz de Cristo
cada sagrada promesa con un fulgor sobrenatural.
Es un santo acorde que nos ama,
en la revelada partitura celestial.
Oh Cristo Jesús, la belleza de la Sagrada Escritura,
se transforma en gozo.
Promesa del misterio eterno es ser nueva criatura:
las cosas viejas pasaron, todo el devenir es hecho un nuevo propósito.
El sello de la promesa,
se conforma en cerrar un circulo Cristocéntrico.
El origen de su naturaleza,
es el omnisciente santuario del principio biblico.
Oh Señor Jesucristo, en la tenebrosa tempestad,
se erige la paz de la promesa.
Manifiesta eternidad,
de infalible verdad que edifica la Roca majestuosa.
Oh Cordero inmolado, Tú eres el autor y consumador de la fe.
Y la promesa ha de ser inmarcesible como una eterna rosa.
Dad vida a lo que no se ve,
y en fragancia imperecedera habréis convertido a la inmortal promesa.
Paz de Cristo
domingo, 20 de enero de 2019
BLINDASTE LOS CIELOS PARA TU GLORIA, OH SEÑOR
Con ensoñación en la mirada,
se ha de contemplar, oh Señor, tu sublime creación.
Por el Omnipotente, ha sido diseñada,
y en su belleza se regocija el perfecto palpitar del portentoso corazón.
Al cabalgar el sentimiento,
por el resplandor de tus estrellas.........
busca con denuedo, oh Cristo Jesús, el invisible cimiento,
que las sustenta como a inverosímiles luciérnagas.
De blindaje sobrenatural es tu gloria,
Oh Señor Jesucristo.
Al traspasar su umbral, seremos galardonados con la corona de victoria,
que es provisión del Santo Espíritu.
La nueva Jerusalén, oh Redentor,
será mi morada eterna.
Donde la luz emanará del glorioso templo de amor,
que es la Sagrada Palabra.
Cielos nuevos y tierra nueva,
en tu diestra, oh Salvador, se esculpirán.
Oh Señor, tu eres la estrella resplandeciente de la mañana,
y lámpara radiante de las almas que se salvarán.
Paz de Cristo
se ha de contemplar, oh Señor, tu sublime creación.
Por el Omnipotente, ha sido diseñada,
y en su belleza se regocija el perfecto palpitar del portentoso corazón.
Al cabalgar el sentimiento,
por el resplandor de tus estrellas.........
busca con denuedo, oh Cristo Jesús, el invisible cimiento,
que las sustenta como a inverosímiles luciérnagas.
De blindaje sobrenatural es tu gloria,
Oh Señor Jesucristo.
Al traspasar su umbral, seremos galardonados con la corona de victoria,
que es provisión del Santo Espíritu.
La nueva Jerusalén, oh Redentor,
será mi morada eterna.
Donde la luz emanará del glorioso templo de amor,
que es la Sagrada Palabra.
Cielos nuevos y tierra nueva,
en tu diestra, oh Salvador, se esculpirán.
Oh Señor, tu eres la estrella resplandeciente de la mañana,
y lámpara radiante de las almas que se salvarán.
Paz de Cristo
EL PECADO, IGNOMINIOSA MUERTE EN CRISTO
Oh Cristo, soy connivente con el pecado,
al no desterrarlo en su totalidad.
Obvio tu pureza, oh Señor, y en mi afán despiadado,
se multiplica la perversa iniquidad.
Oh Cristo Jesús, me revisto de ignominia,
desoyendo tu Evangelio.
El pétreo corazón me determina,
y su pensamiento e intención le hacen creer, que ser malvado es un gran privilegio.
Oh Señor Jesucristo, ceñida esta en mi alma,
la serpiente del engaño.
Sin saber, que el poder es del que ama,
y la eterna salvación reconoce solo al santo.
Oh Señor Omnipotente, revierte el endémico hedor,
que a mi tenebrosa vida se ha adherido.
Y que tu fragante amor,
oh Rey de la gloria, sane las putrefactas llagas del incipiente discípulo convertido.
Oh Salvador, tu trocha angosta,
no da pábulo al desfallecimiento.
Que la Palabra sea tu espada,
y tu escudo el Amén del Sagrado Testamento.
Paz de Cristo
al no desterrarlo en su totalidad.
Obvio tu pureza, oh Señor, y en mi afán despiadado,
se multiplica la perversa iniquidad.
Oh Cristo Jesús, me revisto de ignominia,
desoyendo tu Evangelio.
El pétreo corazón me determina,
y su pensamiento e intención le hacen creer, que ser malvado es un gran privilegio.
Oh Señor Jesucristo, ceñida esta en mi alma,
la serpiente del engaño.
Sin saber, que el poder es del que ama,
y la eterna salvación reconoce solo al santo.
Oh Señor Omnipotente, revierte el endémico hedor,
que a mi tenebrosa vida se ha adherido.
Y que tu fragante amor,
oh Rey de la gloria, sane las putrefactas llagas del incipiente discípulo convertido.
Oh Salvador, tu trocha angosta,
no da pábulo al desfallecimiento.
Que la Palabra sea tu espada,
y tu escudo el Amén del Sagrado Testamento.
Paz de Cristo
sábado, 19 de enero de 2019
ASIDOS A LA UNCIÓN EN CRISTO
Describir el resplandor de la unción en Cristo,
sería entrar en el paraiso eterno del Espíritu inefable.
Es el espacio nunca visto,
donde la paz se proyecta hasta lo inconmensurable.
Una antigualla es lo tridimensional,
que supedita al ser pegado a la tierra.
Tranformado por el poder celestial,
oh Señor Omnipotente, mi espiritual santuario será tu excelsa diestra.
Oh Sumo Hacedor, templo me has creado del Espíritu Santo,
y mi misión de gloria es ver tu Santa Faz.
Sé que todo poder salió del borde de tu manto,
porque en sus límites guardó la eternidad.
Oh Salvador, tu crucifixión fue el último sacrificio,
que redimió, justificó y reconcilió al ser humano con el Padre Eterno.
Tú preciosa sangre derramada, de la gracia es el pacto propicio,
que nos ha acercado tu sagrado reino.
Oh Fiel y Verdadero, el velo del templo se rasgó,
al expirar en tu muerte, y muerte de cruz.
Y desde ese instante, se abrió el lugar santísimo,
para postrados a tus pies con genuino arrepentimiento, ser irreprensibles hijos de luz.
Paz de Cristo
sería entrar en el paraiso eterno del Espíritu inefable.
Es el espacio nunca visto,
donde la paz se proyecta hasta lo inconmensurable.
Una antigualla es lo tridimensional,
que supedita al ser pegado a la tierra.
Tranformado por el poder celestial,
oh Señor Omnipotente, mi espiritual santuario será tu excelsa diestra.
Oh Sumo Hacedor, templo me has creado del Espíritu Santo,
y mi misión de gloria es ver tu Santa Faz.
Sé que todo poder salió del borde de tu manto,
porque en sus límites guardó la eternidad.
Oh Salvador, tu crucifixión fue el último sacrificio,
que redimió, justificó y reconcilió al ser humano con el Padre Eterno.
Tú preciosa sangre derramada, de la gracia es el pacto propicio,
que nos ha acercado tu sagrado reino.
Oh Fiel y Verdadero, el velo del templo se rasgó,
al expirar en tu muerte, y muerte de cruz.
Y desde ese instante, se abrió el lugar santísimo,
para postrados a tus pies con genuino arrepentimiento, ser irreprensibles hijos de luz.
Paz de Cristo
LA PROFECÍA, ETERNA VERDAD DEL ESPÍRITU EN CRISTO
La eterna profecía,
se sustenta en la Palabra, oh Cristo.
Su sagrada esencia,
es la incorruptible verdad del Santo Espíritu.
La sobrenatural comunicación con los profetas,
ha fundamentado el texto bíblico.
Y por la Septuaginta de los exégetas,
se dio luz a la Sagrada Escritura del Señor Jesucristo.
El anuncio profético del Antiguo Testamento,
ha tenido cumplimiento infalible,
en el Nuevo Testamento.
Y escrito está en la Palabra, que se cumplirá hasta la última tilde.
Contrasta la insolente necedad,
con la sabiduría celestial profética.
Oh Rey de la gloria, escogiste a los heraldos de la santa verdad,
para que al corazón dispuesto le sea manifiesta.
La asna que hablo al profeta,
es el punto de inflexión prodigioso, por el que se reconvino la Palabra profética.
Oh Sumo Hacedor, llénanos del Espíritu de su revelada letra,
para elevar al firmamento el clamor de la predicación poética.
Paz de Cristo
se sustenta en la Palabra, oh Cristo.
Su sagrada esencia,
es la incorruptible verdad del Santo Espíritu.
La sobrenatural comunicación con los profetas,
ha fundamentado el texto bíblico.
Y por la Septuaginta de los exégetas,
se dio luz a la Sagrada Escritura del Señor Jesucristo.
El anuncio profético del Antiguo Testamento,
ha tenido cumplimiento infalible,
en el Nuevo Testamento.
Y escrito está en la Palabra, que se cumplirá hasta la última tilde.
Contrasta la insolente necedad,
con la sabiduría celestial profética.
Oh Rey de la gloria, escogiste a los heraldos de la santa verdad,
para que al corazón dispuesto le sea manifiesta.
La asna que hablo al profeta,
es el punto de inflexión prodigioso, por el que se reconvino la Palabra profética.
Oh Sumo Hacedor, llénanos del Espíritu de su revelada letra,
para elevar al firmamento el clamor de la predicación poética.
Paz de Cristo
viernes, 18 de enero de 2019
LAS LAGRIMAS DE CRISTO, REVELAN LA COMPASIÓN ETERNA
Oh Cristo, tus lágrimas,
conmovieron el corazón del universo.
La transparencia de sus plegarias,
nos llevan a la contrición profunda, de no seguir traicionandole con la tibieza de un beso.
Oh Cristo Jesús, la Escritura Sagrada,
revela fielmente tu eterna compasión.
Y su bendición, no añade tristeza,
cuando, oh Señor, tus lagrimas hicieron postrarse a mi humillado corazón.
Oh Señor Jesucristo, las sagradas lágrimas
que brotaron de tu santuario,
han dado luz a las obscuras almas.
Y para seguir tus santas huellas, oh Cordero inmolado, se harán obedientes hasta tu muerte y muerte de cruz, que verbigracia consumaste en el Calvario.
Oh Señor Jesús, las lágrimas que derramaste en Getsemaní,
purificaron a la humanidad del pecado.
En un de repente volvieron en sí,
todos los que recibieron el don bienaventurado.
Oh Rey de reyes, tus lágrimas aún conservan su glorioso candor,
y siguen convirtiendo almas.
Oh Señor de señores, con tu omnipresente amor,
buscas a los perdidos, que por fe serán de salvación en tus eternas moradas.
Paz de Cristo
conmovieron el corazón del universo.
La transparencia de sus plegarias,
nos llevan a la contrición profunda, de no seguir traicionandole con la tibieza de un beso.
Oh Cristo Jesús, la Escritura Sagrada,
revela fielmente tu eterna compasión.
Y su bendición, no añade tristeza,
cuando, oh Señor, tus lagrimas hicieron postrarse a mi humillado corazón.
Oh Señor Jesucristo, las sagradas lágrimas
que brotaron de tu santuario,
han dado luz a las obscuras almas.
Y para seguir tus santas huellas, oh Cordero inmolado, se harán obedientes hasta tu muerte y muerte de cruz, que verbigracia consumaste en el Calvario.
Oh Señor Jesús, las lágrimas que derramaste en Getsemaní,
purificaron a la humanidad del pecado.
En un de repente volvieron en sí,
todos los que recibieron el don bienaventurado.
Oh Rey de reyes, tus lágrimas aún conservan su glorioso candor,
y siguen convirtiendo almas.
Oh Señor de señores, con tu omnipresente amor,
buscas a los perdidos, que por fe serán de salvación en tus eternas moradas.
Paz de Cristo
jueves, 17 de enero de 2019
DESPOJAOS DE LO NECIO EN CRISTO
Oh Cristo, la asincronía con el texto biblico,
nos conduce al abismo de la necedad.
Al movernos en el concepto prosaico,
abrimos el portón de la vanidad.
Oh Cristo Jesús, el arrepentido en tu Nombre,
murió contigo en la inmersión bautismal.
Ya nada obedece a la carne,
sino al Espíritu de resurrección celestial.
Oh Señor Jesucristo, el corazón circunciso,
irradia tu eterna luz.
El fruto del Espíritu es profuso,
al alcanzar la estatura del varón perfecto en plenitud.
Oh Rey de la gloria, el Espíritu es vida.
Y ser solícito al pecado, condenacion de muerte.
Al que el Señor ama disciplina,
y en su Palabra permanece.
Sed hacedores de la Sagrada Escritura,
y conoceréis la verdad.
Me transformaste en nueva criatura,
para que en tu Espíritu, oh Redentor, me regocijase en la perfecta libertad.
Paz de Cristo
nos conduce al abismo de la necedad.
Al movernos en el concepto prosaico,
abrimos el portón de la vanidad.
Oh Cristo Jesús, el arrepentido en tu Nombre,
murió contigo en la inmersión bautismal.
Ya nada obedece a la carne,
sino al Espíritu de resurrección celestial.
Oh Señor Jesucristo, el corazón circunciso,
irradia tu eterna luz.
El fruto del Espíritu es profuso,
al alcanzar la estatura del varón perfecto en plenitud.
Oh Rey de la gloria, el Espíritu es vida.
Y ser solícito al pecado, condenacion de muerte.
Al que el Señor ama disciplina,
y en su Palabra permanece.
Sed hacedores de la Sagrada Escritura,
y conoceréis la verdad.
Me transformaste en nueva criatura,
para que en tu Espíritu, oh Redentor, me regocijase en la perfecta libertad.
Paz de Cristo
miércoles, 16 de enero de 2019
FENECERÉ EN SANTIDAD, OH CRISTO
Oh Cristo, Tú mides la existencia,
de las buenas e inicuas almas.
Llegaremos a la gloriosa excelencia;
si en tu Espíritu nos guardas.
Dad la vida con ardiente valentía,
en el Nombre de Jesús.
Sed atalayas noche y día,
como cosagrados hijos de luz.
La circunstancia en la que fenezcas,
es irrelevante.
Oh Señor Jesucristo, elevando al cielo sagradas alabanzas,
expiraré santamente.
A la final trompeta,
alerta estaremos a tu arrebatamiento de gloria.
Serás, oh Rey de reyes, desde oriente y hasta occidente, una relampagueante saeta,
anunciando a tu Iglesia santa la victoria.
A los pies del Alfa y la Omega,
siempre habréis de estar unánimes en oración.
Presentaros ante el Señor, vestidos de blanco lino sin mancha ni arruga,
con un contrito y humillado corazón.
Paz de Cristo
de las buenas e inicuas almas.
Llegaremos a la gloriosa excelencia;
si en tu Espíritu nos guardas.
Dad la vida con ardiente valentía,
en el Nombre de Jesús.
Sed atalayas noche y día,
como cosagrados hijos de luz.
La circunstancia en la que fenezcas,
es irrelevante.
Oh Señor Jesucristo, elevando al cielo sagradas alabanzas,
expiraré santamente.
A la final trompeta,
alerta estaremos a tu arrebatamiento de gloria.
Serás, oh Rey de reyes, desde oriente y hasta occidente, una relampagueante saeta,
anunciando a tu Iglesia santa la victoria.
A los pies del Alfa y la Omega,
siempre habréis de estar unánimes en oración.
Presentaros ante el Señor, vestidos de blanco lino sin mancha ni arruga,
con un contrito y humillado corazón.
Paz de Cristo
martes, 15 de enero de 2019
SED FRUTO DEL ESPÍRITU EN CRISTO
Sembrad en vuestro corazón,
el fruto del Espíritu.
Y revertirás en gozo la aflicción,
Oh Cristo.
Oh Cristo Jesús, en tu paz,
he de guardar el alma.
Y propiciada será la verdad,
para el que ama.
Oh Señor Jesucristo, el amor,
es connivente con la piedad.
Tendrás de Jehová, temor,
para edificar tu obra con humildad.
Oh Fiel y Verdadero, la gracia de tu presencia,
limpia todo pecado.
Y el resplandor de su excelencia,
te convertirá en bienaventurado.
Oh Señor Omnipotente, borra al impío su incredulidad,
con la fe.
Y te podrá ver en la eternidad,
el que ahora no te ve.
Paz de Cristo
el fruto del Espíritu.
Y revertirás en gozo la aflicción,
Oh Cristo.
Oh Cristo Jesús, en tu paz,
he de guardar el alma.
Y propiciada será la verdad,
para el que ama.
Oh Señor Jesucristo, el amor,
es connivente con la piedad.
Tendrás de Jehová, temor,
para edificar tu obra con humildad.
Oh Fiel y Verdadero, la gracia de tu presencia,
limpia todo pecado.
Y el resplandor de su excelencia,
te convertirá en bienaventurado.
Oh Señor Omnipotente, borra al impío su incredulidad,
con la fe.
Y te podrá ver en la eternidad,
el que ahora no te ve.
Paz de Cristo
ESPERA EN CRISTO, ÉL HABITA LA ETERNIDAD
Confía en el Señor, Él habita la eternidad.
Es la Roca inconmovible del que en Él cree.
Él es luz y paz,
en la tenebrosa tormenta del hombre.
Oh Señor Jesús, Tú reprendiste al mar y la tempestad,
y su estruendosa naturaleza se tornó en una calma inusitada.
Guardada, oh Señor, está en tu verdad,
el alma bienaventurada.
Oh Señor Jesucristo, estoy seguro en tu soberana majestad,
mi espera no desmaya.
Oh Rey de reyes, grande es el misterio de la piedad.
Y en su propósito eterno, al ser humano el don de la fe le salva.
Oh Señor Omnipotente, busco con denuedo el instante,
en el que se realizó mi concepción.
Momento radiante,
donde por gracia visité la prodigiosa creación.
Oh Señor Jesucristo, el mundo somete a la humanidad,
a un pernicioso atavismo.
Y solo abrirá la eternidad,
el que por el Espíritu, a Jesús llame Señor, negándose asimismo.
Paz de Cristo
Es la Roca inconmovible del que en Él cree.
Él es luz y paz,
en la tenebrosa tormenta del hombre.
Oh Señor Jesús, Tú reprendiste al mar y la tempestad,
y su estruendosa naturaleza se tornó en una calma inusitada.
Guardada, oh Señor, está en tu verdad,
el alma bienaventurada.
Oh Señor Jesucristo, estoy seguro en tu soberana majestad,
mi espera no desmaya.
Oh Rey de reyes, grande es el misterio de la piedad.
Y en su propósito eterno, al ser humano el don de la fe le salva.
Oh Señor Omnipotente, busco con denuedo el instante,
en el que se realizó mi concepción.
Momento radiante,
donde por gracia visité la prodigiosa creación.
Oh Señor Jesucristo, el mundo somete a la humanidad,
a un pernicioso atavismo.
Y solo abrirá la eternidad,
el que por el Espíritu, a Jesús llame Señor, negándose asimismo.
Paz de Cristo
lunes, 14 de enero de 2019
PORQUE EL PECADO ES MUERTE, SÉ LIBRE EN CRISTO
Jesús, dijo: La paga del pecado es muerte.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
No sucumbas ante la asechanza recurrente;
y que la puerta angosta de salvación, sea tu sabia respuesta.
Donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.
Sé discípulo de Cristo,
en su indefectible santidad.
Y el fuego consumador te probará, para en su Nombre ser bendito.
Proscribe la tibieza,
que te sume en el pozo hediondo.
Clama al Rey de la gloria, en su majestuosa grandeza;
y desde el trono de la gracia, te hará partícipe de su gozo.
Tú serás libre;
si vences al mundo, en el Nombre de Jesús.
Tu salvación es en Él, porque en la eternidad vive;
y a tus pies, lámpara es su admirable luz.
Oh Fiel y Verdadero, Tú viniste a deshacer las obras del innombrable.
Y nos has dado vida de santísima pureza.
Derrama, oh Señor Jesucristo, sobre la Iglesia santa tu fe inefable;
para que en la salvación, que no se ve, tengamos certeza.
Paz de Cristo
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
No sucumbas ante la asechanza recurrente;
y que la puerta angosta de salvación, sea tu sabia respuesta.
Donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.
Sé discípulo de Cristo,
en su indefectible santidad.
Y el fuego consumador te probará, para en su Nombre ser bendito.
Proscribe la tibieza,
que te sume en el pozo hediondo.
Clama al Rey de la gloria, en su majestuosa grandeza;
y desde el trono de la gracia, te hará partícipe de su gozo.
Tú serás libre;
si vences al mundo, en el Nombre de Jesús.
Tu salvación es en Él, porque en la eternidad vive;
y a tus pies, lámpara es su admirable luz.
Oh Fiel y Verdadero, Tú viniste a deshacer las obras del innombrable.
Y nos has dado vida de santísima pureza.
Derrama, oh Señor Jesucristo, sobre la Iglesia santa tu fe inefable;
para que en la salvación, que no se ve, tengamos certeza.
Paz de Cristo
LA PALABRA, UNCIÓN SOBRENATURAL EN CRISTO
La Palabra concita lo sobrenatural,
para que sea manifiesta en tu alma la estatura del varón perfecto.
Su unción desciende de lo celestial,
y te muestra su poder excelso.
La raíz de la Palabra,
ahonda hasta el trasfondo del sentimiento.
Su omnisciencia te desnuda;
y discierne del corazón la intención y el pensamiento.
Con la Palabra te unge Cristo.
Él cierra el círculo de tu existencia.
Solo la verdad del Santo Espíritu,
te guardará en su sagrada excelencia.
La incisión de la Palabra,
despoja de lo inmundo, espíritu, alma y cuerpo.
¿Quién resistirá su santa espada?
Es la substancia que da vida y edifica lo eterno.
Jesucristo es la Palabra.
Y el Verbo se hizo carne.
Desde su eterna Unicidad nos habla,
para que el alma que en Él creyere se salve.
Paz de Cristo
para que sea manifiesta en tu alma la estatura del varón perfecto.
Su unción desciende de lo celestial,
y te muestra su poder excelso.
La raíz de la Palabra,
ahonda hasta el trasfondo del sentimiento.
Su omnisciencia te desnuda;
y discierne del corazón la intención y el pensamiento.
Con la Palabra te unge Cristo.
Él cierra el círculo de tu existencia.
Solo la verdad del Santo Espíritu,
te guardará en su sagrada excelencia.
La incisión de la Palabra,
despoja de lo inmundo, espíritu, alma y cuerpo.
¿Quién resistirá su santa espada?
Es la substancia que da vida y edifica lo eterno.
Jesucristo es la Palabra.
Y el Verbo se hizo carne.
Desde su eterna Unicidad nos habla,
para que el alma que en Él creyere se salve.
Paz de Cristo
domingo, 13 de enero de 2019
SEPULTADO FUE CRISTO, Y RESUCITÓ AL TERCER DÍA
Tú, diste la vida y la volviste a tomar,
Oh Cristo.
Oh Señor, tu llaga pudieron palpar;
y de tu resurrección nos da fe el Santo Espíritu.
La muerte no retuvo al que por los siglos vive;
porque eterna es su majestuosa potestad.
Y en su magnificencia,
se perpetúa la verdad.
No fue obstaculo,
para el que estuvo muerto, ser el resucitado Rey de reyes.
Y al tercer día salió del sepulcro;
como el primogénito de los muertos, que vive. Y tiene en su poder las llaves de la muerte y del Hades.
Oh Redentor, recriminaste a tus discípulos,
la incredulidad.
Mucho fueron los bulos;
porque Tú eres la Roca de tropiezo, que guardas a los adoradores del Nombre, en tu sagrada paz.
Oh Salvador, el que creyó en tu resurrección;
si es santo, oh Señor, tu rostro verá.
Y hasta lo último de la tierra, las buenas nuevas de salvación a las almas predicará.
Oh Fiel y Verdadero, tu resurrección es indubitable,
a través del don de la fe.
No existe base racional, que lo atestigüe.
Y de gracia nos has hecho bienaventurados, para creer en lo sobrenatural que no se ve.
Paz de Cristo
Oh Cristo.
Oh Señor, tu llaga pudieron palpar;
y de tu resurrección nos da fe el Santo Espíritu.
La muerte no retuvo al que por los siglos vive;
porque eterna es su majestuosa potestad.
Y en su magnificencia,
se perpetúa la verdad.
No fue obstaculo,
para el que estuvo muerto, ser el resucitado Rey de reyes.
Y al tercer día salió del sepulcro;
como el primogénito de los muertos, que vive. Y tiene en su poder las llaves de la muerte y del Hades.
Oh Redentor, recriminaste a tus discípulos,
la incredulidad.
Mucho fueron los bulos;
porque Tú eres la Roca de tropiezo, que guardas a los adoradores del Nombre, en tu sagrada paz.
Oh Salvador, el que creyó en tu resurrección;
si es santo, oh Señor, tu rostro verá.
Y hasta lo último de la tierra, las buenas nuevas de salvación a las almas predicará.
Oh Fiel y Verdadero, tu resurrección es indubitable,
a través del don de la fe.
No existe base racional, que lo atestigüe.
Y de gracia nos has hecho bienaventurados, para creer en lo sobrenatural que no se ve.
Paz de Cristo
sábado, 12 de enero de 2019
EL AMOR, PUREZA DEL ALMA EN CRISTO
Oh Cristo, por tus ríos de agua viva,
fluye la fragante pureza del amor.
Y sanan el alma pervertida,
por sus cauces de santidad, oh Señor.
Oh Cristo Jesús, solo de tu amor,
emana sagrada paz.
Al revertir el desamor,
se manifiesta la llenura del Santo Espíritu, de ilimitada libertad.
Oh Señor Jesucristo, en las pruebas de amor,
sentimos el fulgor de tu presencia.
Evocando en derredor,
tu piedad de excelencia.
Oh Cordero inmolado, la omnipresencia de tu amor,
desbordó la anchura, profundidad y altura de la creación.
El eco de tu perdón lo oyó hasta el más vil ajusticiador,
para convertir en carne su pétreo corazón.
Oh Rey de reyes, la verdad del Espíritu,
nos da provisión de eterna vida.
Revísteme con tu sagrado amor, oh mi Cristo,
para ser el alma vivificante de la Iglesia bendecida.
Paz de Cristo
fluye la fragante pureza del amor.
Y sanan el alma pervertida,
por sus cauces de santidad, oh Señor.
Oh Cristo Jesús, solo de tu amor,
emana sagrada paz.
Al revertir el desamor,
se manifiesta la llenura del Santo Espíritu, de ilimitada libertad.
Oh Señor Jesucristo, en las pruebas de amor,
sentimos el fulgor de tu presencia.
Evocando en derredor,
tu piedad de excelencia.
Oh Cordero inmolado, la omnipresencia de tu amor,
desbordó la anchura, profundidad y altura de la creación.
El eco de tu perdón lo oyó hasta el más vil ajusticiador,
para convertir en carne su pétreo corazón.
Oh Rey de reyes, la verdad del Espíritu,
nos da provisión de eterna vida.
Revísteme con tu sagrado amor, oh mi Cristo,
para ser el alma vivificante de la Iglesia bendecida.
Paz de Cristo
TU MILAGRO ETERNO ES MI EXISTENCIA, OH SEÑOR
No des ningún paso más,
sin darle la gloria a Cristo.
A Él solo alabarás;
porque tú eres su fin y principio.
Tú fuiste el artífice de mi creación,
Oh Cristo Jesús.
¿Cómo le diste forma al armonizado latir de mi corazón?
¿Y cómo traspasó mi retina el primer haz de luz?
Del misterio de tu santuario, oh Sumo Creador,
me colmaste de bendiciones eternas.
Soy el excelso reflejo de tu amor,
que resplandece en mis entrañas perfectas.
El hombre es el milagro de los milagros:
con su espíritu, alma y cuerpo, oh Señor, creaste un ser tripartito.
Profetizada fue tu mesiánica manifestación en carne por los Salmos.
¿Oh Omnipotente Hacedor, cuándo decidiste qué el humano creado, fuera en su fiel naturaleza la viva imagen y conformada semejanza del Todopoderoso Señor Jesucristo?
Oh gran Yo Soy, contemplas con solemnidad desde el trono de la gloria,
a todas las almas por ti creadas.
Y has proclamado, a través de tu Palabra, que todas vivirán en victoria;
si por la eternidad son bienaventuradas.
Paz de Cristo
sin darle la gloria a Cristo.
A Él solo alabarás;
porque tú eres su fin y principio.
Tú fuiste el artífice de mi creación,
Oh Cristo Jesús.
¿Cómo le diste forma al armonizado latir de mi corazón?
¿Y cómo traspasó mi retina el primer haz de luz?
Del misterio de tu santuario, oh Sumo Creador,
me colmaste de bendiciones eternas.
Soy el excelso reflejo de tu amor,
que resplandece en mis entrañas perfectas.
El hombre es el milagro de los milagros:
con su espíritu, alma y cuerpo, oh Señor, creaste un ser tripartito.
Profetizada fue tu mesiánica manifestación en carne por los Salmos.
¿Oh Omnipotente Hacedor, cuándo decidiste qué el humano creado, fuera en su fiel naturaleza la viva imagen y conformada semejanza del Todopoderoso Señor Jesucristo?
Oh gran Yo Soy, contemplas con solemnidad desde el trono de la gloria,
a todas las almas por ti creadas.
Y has proclamado, a través de tu Palabra, que todas vivirán en victoria;
si por la eternidad son bienaventuradas.
Paz de Cristo
viernes, 11 de enero de 2019
SIEMBRA SANTA VIDA EN CRISTO
Sembrad santa semilla en Cristo,
y llenaréis el alfolí de sobreabundante gracia.
Del Santo Espíritu,
desciende el don perfecto y la buena dádiva.
Oh Cristo Jesús,
excluye toda maldad de mi pensamieto. Inexistente es sin tu admirable luz,
la orientación en un yermo desierto.
La bondad en el santuario de su esencia,
emana del Señor Jesucristo.
Si te guardas en su excelencia,
habrás visto la gloria del cielo santísimo.
¿Estás perdido en el ignoto universo?
Orienta tu espacio-tiempo en el Sumo Creador.
Y edificarás tu existencia fuera del desafecto,
santificando a toda semilla en la verdad del amor.
Toda obscuridad nos estremece,
en la tenebrosa tempestad.
Oh Redentor, en ti siempre amanece;
porque eres la estrella resplandeciente de la mañana, que al alma errática das luz de eternidad.
Paz de Cristo
DAD RESPUESTA ESPIRITUAL EN CRISTO
Oh Cristo, ser un simbólico alter ego de tu evangélica salvación,
conmueve el santo linaje del alma.
Por ser de tu Iglesia amada escogido, has derramado sobre mí tu santa unción;
y me concerniste en predicar la Sagrada Palabra.
Oh Cristo Jesús, a tu mesiánica obra me has consagrado;
porque te agradó.
Tu misión, oh Señor, me ha santificado,
para llenarme en la eternidad, de lo que ojo no vio, ni oído oyó.
Oh Señor Jesucristo, tu santuario propaga el viento,
que llena de paz a la afligida humanidad.
Su respuesta está en el espiritual tiempo,
que, oh Soberano Dios, gobiernas en majestad.
Oh Señor Omnipotente, permanecer genuflexos y humillados en ruego y oración,
ha lugar nuestro clamor en plegaria como reverente respuesta.
Oh Sumo Hacedor, mi contrito corazón,
la prodigiosa fragancia de tu gloria anhela.
Oh Fiel y Verdadero, con gran gozo,
en tu milagrosa manifestación en carne, se ha reconocido la naturaleza de nuestra alma viviente.
Se rindió todo el universo.
Y en espíritu y en verdad los genuinos adoradores, adoraron al Hijo del Hombre.
Paz de Cristo
conmueve el santo linaje del alma.
Por ser de tu Iglesia amada escogido, has derramado sobre mí tu santa unción;
y me concerniste en predicar la Sagrada Palabra.
Oh Cristo Jesús, a tu mesiánica obra me has consagrado;
porque te agradó.
Tu misión, oh Señor, me ha santificado,
para llenarme en la eternidad, de lo que ojo no vio, ni oído oyó.
Oh Señor Jesucristo, tu santuario propaga el viento,
que llena de paz a la afligida humanidad.
Su respuesta está en el espiritual tiempo,
que, oh Soberano Dios, gobiernas en majestad.
Oh Señor Omnipotente, permanecer genuflexos y humillados en ruego y oración,
ha lugar nuestro clamor en plegaria como reverente respuesta.
Oh Sumo Hacedor, mi contrito corazón,
la prodigiosa fragancia de tu gloria anhela.
Oh Fiel y Verdadero, con gran gozo,
en tu milagrosa manifestación en carne, se ha reconocido la naturaleza de nuestra alma viviente.
Se rindió todo el universo.
Y en espíritu y en verdad los genuinos adoradores, adoraron al Hijo del Hombre.
Paz de Cristo
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