Oh Cristo, sobrenatural medicina es la Palabra,
a espíritu, cuerpo y alma; porque en la debilidad fuertes son.
Oh Señor, tu gozo es mi fortaleza,
si en el Espíritu mora mi corazón.
Oh Cristo Jesús, de una exuberante vida,
me has dado provisión.
De tanta perfección se ha visto rodeada,
que no muestra aprecio a tan privilegiada atención.
Buscad en vuestro profundo interior,
las arras que provienen de lo eterno.
Oh Señor Jesucristo, solo cuando tengo un encuentro con tu genuino amor,
de gracia estoy completo.
Cristocéntrica ha de ser nuestra existencia,
para dar luz al alma en cada acontecimiento.
Lleno serás de la eterna excelencia,
si la visión de tu ojo, se transforma en lámpara del cuerpo.
La fe en la Palabra, oh Redentor,
ha de ser la raíz que canalice la savia sagrada a nuestro corazón.
Oh Rey de reyes, en tu semilla de amor,
siento el linaje de mi vivificante salvación.
Paz de Cristo
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