Jesús, dijo: La paga del pecado es muerte.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
No sucumbas ante la asechanza recurrente;
y que la puerta angosta de salvación, sea tu sabia respuesta.
Donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.
Sé discípulo de Cristo,
en su indefectible santidad.
Y el fuego consumador te probará, para en su Nombre ser bendito.
Proscribe la tibieza,
que te sume en el pozo hediondo.
Clama al Rey de la gloria, en su majestuosa grandeza;
y desde el trono de la gracia, te hará partícipe de su gozo.
Tú serás libre;
si vences al mundo, en el Nombre de Jesús.
Tu salvación es en Él, porque en la eternidad vive;
y a tus pies, lámpara es su admirable luz.
Oh Fiel y Verdadero, Tú viniste a deshacer las obras del innombrable.
Y nos has dado vida de santísima pureza.
Derrama, oh Señor Jesucristo, sobre la Iglesia santa tu fe inefable;
para que en la salvación, que no se ve, tengamos certeza.
Paz de Cristo
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