Con ensoñación en la mirada,
se ha de contemplar, oh Señor, tu sublime creación.
Por el Omnipotente, ha sido diseñada,
y en su belleza se regocija el perfecto palpitar del portentoso corazón.
Al cabalgar el sentimiento,
por el resplandor de tus estrellas.........
busca con denuedo, oh Cristo Jesús, el invisible cimiento,
que las sustenta como a inverosímiles luciérnagas.
De blindaje sobrenatural es tu gloria,
Oh Señor Jesucristo.
Al traspasar su umbral, seremos galardonados con la corona de victoria,
que es provisión del Santo Espíritu.
La nueva Jerusalén, oh Redentor,
será mi morada eterna.
Donde la luz emanará del glorioso templo de amor,
que es la Sagrada Palabra.
Cielos nuevos y tierra nueva,
en tu diestra, oh Salvador, se esculpirán.
Oh Señor, tu eres la estrella resplandeciente de la mañana,
y lámpara radiante de las almas que se salvarán.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario