Oh Cristo, por tus ríos de agua viva,
fluye la fragante pureza del amor.
Y sanan el alma pervertida,
por sus cauces de santidad, oh Señor.
Oh Cristo Jesús, solo de tu amor,
emana sagrada paz.
Al revertir el desamor,
se manifiesta la llenura del Santo Espíritu, de ilimitada libertad.
Oh Señor Jesucristo, en las pruebas de amor,
sentimos el fulgor de tu presencia.
Evocando en derredor,
tu piedad de excelencia.
Oh Cordero inmolado, la omnipresencia de tu amor,
desbordó la anchura, profundidad y altura de la creación.
El eco de tu perdón lo oyó hasta el más vil ajusticiador,
para convertir en carne su pétreo corazón.
Oh Rey de reyes, la verdad del Espíritu,
nos da provisión de eterna vida.
Revísteme con tu sagrado amor, oh mi Cristo,
para ser el alma vivificante de la Iglesia bendecida.
Paz de Cristo
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