DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ EN CRISTO
- No hagáis más genuflexiones a las tinieblas,
- y postraos con incomparable celo a los pies del Santo de Israel.
- Quitaos las abominables máscaras,
- que os apartan del Todopderoso Señor Jesucristo, para visibilizar la solemne excelencia del gran Yo Soy, único Dios Verdadero y Fiel.
- Deshacte del bastón del invidente,
- que no te avisa del tenebroso abismo.
- Y reviste tu alma de lino resplandeciente,
- para ser un verdadero hijo del Altísimo.
- Con desbordado anhelo has de hacer,
- aun lo más nimio, en el nombre de Jesús,
- Nunca buscarás a tu corazón satisfacer;
- porque la ambigüedad de su tibieza, no distingue con nitidez las escabrosas tinieblas, oh Señor, de tu admirable luz.
- La permisiva indolencia, oh Sumo Hacedor,
- define nuestra obscura actitud.
- Clama al Rey de reyes; y toda aflicción la suplirá su majestuoso amor,
- al guardarnos en la eterna plenitud.
- La salvación es individual.
- Un inmerecido poder de redención, justificación y reconciliación por tu iniquidad; de gracia te dio Cristo Jesús, en la cruz del Calvario.
- Únicamente te resta resistir hasta la sangre, y creer en el Omnipotente Señor celestial,
- para traspasar el umbral de su glorioso santuario.
- Paz de Cristo
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