- Oh Cristo, nos creaste a tu imagen y semejanza,
- para darte la gloria y la honra.
- Y toda bienaventuranza,
- indeleble cincelaste en la misteriosa voluntad del alma.
- No trunques tu comunión,
- con el Alto y Sublime que habita la eternidad.
- Y que sean los latidos de tu corazón,
- las ondas perfectas de la Cristocéntrica verdad.
- El que yerra, oh Cristo Jesús,
- se pierde en el abismo.
- Y ha de ser alumbrado, oh Señor, por tu admirable luz,
- para librarse del ancestral obscurantismo.
- La Biblia dice: Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.
- La perniciosa mentira le concierne exclusivamente al ser humano.
- Y en la veleidad del hombre se sustenta,
- guardándose sin límites en lo profano.
- La genuina conversión al Omnipotente Señor Jesucristo,
- te la has de ceñir sin dudarlo a tu corazón.
- Y el yerro que aún existe en tu espíritu,
- lo habrás proscrito con la santa unción.
- Paz de Cristo
viernes, 28 de agosto de 2020
NO YERRES MÁS EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario