- Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
- Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Oh Cristo, en todo tiempo mi espíritu ha de estar vivificado,
- y que su inexpugnable fortaleza sea el vínculo perfecto del amor.
- No seas indiferente a la celestial unción del Santo de Israel.
- ¿Quién observa desde el cielo tu entrada y tu salida, tu acostarte y tu levantarte?
- No existe otro gran Yo Soy, sino Él,
- que de misericordias y favores, te colmará eternamente.
- El Señor de la mies pesa los corazones,
- y manda obreros a su mies desde el santuario eterno.
- No seas displicente en tus aseveraciones;
- porque el Alfa y la Omega conoce hasta tu más recóndito pensamiento.
- La Biblia dice: El que persevere hasta el fin, este será salvo.
- Y también: La paga del pecado es muerte.
- La cuestión primordial es vivir con la mente del que creó el universo;
- y por tanto, no dejar de adorarle en ningún instante.
- Sí, porque sabemos que para siempre es tu misericordia,
- oh Fiel y Verdadero.
- Pero si te glorías, gloríate en el Señor, dice la Biblia;
- y esta es la gozosa vereda que te llevará a la eterna gloria en el día postrero.
- Paz de Cristo
lunes, 31 de agosto de 2020
HEBREOS 12:12-14 EN CRISTO
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