- ¿Es el hombre incapaz de valorar tu majestuoso perdón, oh Cristo?
- ¿O no será, que se rinde ante la imposibilidad de verse investido de tu gloria, oh Altísimo Señor.
- La deuda y la duda someten con vileza al desolado espíritu,
- que no se ha perfeccionado en el amor.
- Deshacte de lo que no te sirva,
- y evita la inmunda ociosidad.
- Oh Cristo Jesús, Tú nos has dado la Palabra, para obedecerla y predicarla en santidad.
- Oh Cordero inmolado, en tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario, gracia del nuevo pacto,
- se hizo manifiesto, oh Señor Jesús, tu universal y majestuoso perdón.
- Hasta el infinito se propagó el milagro,
- y su epicentro fue el humano corazón.
- Oh Santo de Israel, enviándote en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
- Dios condenó al pecado en la carne.
- Y el que creyo en tu nombre, oh Señor Jesucristo, fue santificado,
- reconciliando al mundo con el Padre.
- No ha habido, ni habrá mayor misericordia, oh Rey de la gloria,
- que tu excelso perdón.
- Y somos testigos de tu memoria,
- predicando a todas las almas la eterna salvación.
- Paz de Cristo
lunes, 17 de agosto de 2020
INCONMENSURABLE ES TU PERDÓN, OH CRISTO
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