- Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
- Y es que, el don de la fe es un regalo del Fiel y Verdadero;
- y Dios se lo da al que es su genuino siervo.
- Y Jesús aseveró: Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
- De cierto, de cierto os digo; Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
- Este es el mandato ineludible que ha de cumplir todo incircunciso e inmundo,
- para traspasar el umbral de los gloriosos cielos.
- La Biblia dice: Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
- Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
- Este es el majestuoso sacrificio en la cruz del Calvario del Cordero inmolado que quita los pecados del mundo;
- y será únicamente para salvación de los bienaventurados.
- Jesús, puntualizó: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
- No es condición indispensable, oh mi Cristo, haber visto tus milagros para creer.
- Sin embargo, las almas a tu nombre consagradas,
- a través de la fe, los han podido ver.
- Oh Soberano Señor,
- la eterna salvación es personal e intransferible.
- Pero la dureza de corazón, la doblega tu excelso amor,
- oh Alto y Sublime.
- Paz de Cristo
domingo, 9 de agosto de 2020
JUAN 6:40 EN CRISTO
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