- El fin de todo discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
- Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
- Sé celoso con la Palabra, y saciarás tu espiritual sed y hambre,
- para que su provisión haga inexpugnable la grandiosidad del alma.
- El Espíritu Santo nos lleva a la verdad del trasfondo bíblico.
- Y buscaremos toda imposibilidad de no soslayar,
- desde Génesis a Apocalipsis, su sagrado principio;
- y así, sin ambigüedades ni equívocos al Rey de la gloria amar.
- La aptitud solemne ha de ser óptima en el culto al Omnipotente Señor Jesucristo;
- potenciando la máxima reverencia.
- Y recibiremos, oh Santo Espíritu,
- gracia sobre gracia de tu gloriosa excelencia.
- Jesús, dijo: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
- Y también: Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que esta en los cielos.
- Oh Sumo Creador, nada hace oposición a la providencia de tus desvelos,
- que glosa los bienes eternos.
- Con temor y temblor,
- hemos de predicar al Fiel y Verdadero.
- Y es que, oh Señor,
- tu infalible balanza pesará nuestro corazón en el dia postrero.
- Paz de Cristo
domingo, 23 de agosto de 2020
ECLESIASTÉS 12:13,14 EN CRISTO
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