- Oh mi Cristo,
- el diablo utiliza multitud de máscaras, para dar por probada hipócrita y sibilinamente la perversa maldad.
- Y es que, falsariamente usa al Santo Espíritu,
- para distorsionar la única y perfecta verdad.
- Oh Cristo Jesús,
- nadie que crea que Tú diste tu vida para redención del mundo,
- puede adulterar de manera execrable tu admirable luz;
- y rendir cuentas ajenas, mostrando su torticera justificación de lo que conlleva la putrefacta actitud de ser séptico y nauseabundo.
- Oh Santo de Israel,
- Tú te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Y redimiste y justificaste nuestros pecados, por ser el autor y consumador de la fe,
- para poner por obra la autoridad de tu majestuosa plenitud.
- La Biblia dice: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
- Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su projimo; porque miembros somos los unos de los otros.
- Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
- El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
- Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
- Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
- Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda maldad.
- Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
- Oh Eterno, en tu santidad,
- queremos vernos reflejados.
- Porque únicamente mirando al cielo,
- podremos ver la eternidad.
- Y es que, si somos, oh Señor, a tus preceptos obedientes,
- de todo nuestro corazón;
- todos los que en tu glorioso nombre creemos, habremos sido moldeados por la sobrenatural piedad,
- que emana del Santo Espíritu.
- Oh gran Dios,
- no permitas que irrumpa en mi alma, lo grotescamente fatuo del maligno.
- Elévame a tu excelsa gloria con tus hijos consagrados,
- para vivir eternamente en el paraíso.
- Paz de Cristo
martes, 27 de diciembre de 2022
DE TODA VENGANZA DEL MALIGNO, GUÁRDANOS, OH CRISTO
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