- La Biblia dice: Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.
- Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
- Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.
- Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
- Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.
- En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.
- Oh mi Cristo, de todos los que crean en tu santo nombre, será de salvación su alma.
- Porque Tú, oh Señor, eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Y tus auténticos discípulos, del Evangelio de la gracia no se apartarán jamás.
- El milagro de tu gloria se manifiesta,
- a través de los que son bienaventurados,
- por fe y para fe.
- La Biblia enseña: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
- Oh Cristo Jesús,
- nada obra fuera de tu luz inaccesible.
- La Biblia asevera: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
- Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, Tú eres el Dios único, al que rogamos incesantemente al cielo, diciendo: ¡Sálvanos!
- Y esta petición es unánime en tus genuinos siervos.
- Oh Santo,
- tu bondad, no la puede el universo contener.
- Y gracias te damos, con la plegaria que te estamos elevando,
- por el sublime privilegio de creer.
- Oh Eterno,
- la doctrina de Unicidad,
- es de tu santuario un sagrado misterio,
- que se fundamenta de forma irrefutable en la bíblica verdad.
- Paz de Cristo
martes, 20 de diciembre de 2022
¡HAY PODER EN EL NOMBRE DE JESÚS!
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