- Oh mi Cristo,
- detrás de muchos cargos se esconde la miseria humana.
- Y es en la sobrenatural gracia del Santo Espíritu,
- donde se limpia el alma inmunda para ser santa.
- Oh Eterno,
- Tú nunca te equivocas al proveer ministerialmente la unción.
- Pero en su necedad se apartaron del gobierno del cielo;
- porque pétreo sin medida se volvió su corazón.
- Oh Santo,
- Tú eres muy celoso de tu gloria.
- Y no permitirás al inmundo putrefacto,
- que se enseñoree de la eterna victoria.
- Oh Cristo Redentor,
- tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario, no fue en vano.
- Porque la manifestación de tu glorioso amor,
- selló al que perseverare hasta el fin para ser coronado santo.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú anduviste por caminos tortuosos, desde el inicio hasta el fin de tu ministerio público.
- Y guía es para los siervos consagrados tu admirable luz,
- por ser lámpara a nuestros pies del Dios único.
- Paz de Cristo
miércoles, 14 de diciembre de 2022
ÚNICAMENTE EN LA DESNUDEZ DEL ALMA ENTRARÁS TÚ, OH CRISTO
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